Gran operación de oficinas en Madrid. Mutualidad de la Abogacía, entidad aseguradora sin ánimo de lucro que ofrece soluciones para cubrir todas sus necesidades de previsión y ahorro a los profesionales del derecho y a sus familias, ha comprado el edificio de oficinas número 106 de la céntrica calle Francisco Silvela al fondo Europe Value Investors.
El activo, gestionado por AEW, fue construido en 2002 y reformado en 2019. El edificio dispone de una superficie total sobre rasante de 6.269,69 metros cuadrados, distribuidos desde la planta baja hasta la octava, y con una superficie total bajo rasante de 2.564,15 metros cuadrados, destinados a 63 unidades de aparcamiento divididas en tres sótanos.
Según Mutualidad de la Abogacía, la operación se encuentra alineada con el número 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU, referente a ciudades y comunidades sostenibles. Además, el nuevo activo de Mutualidad de la Abogacía cuenta con el sello de sostenibilidad certificación Leed Gold y con un certificado energético de calificación B.
Según la plataforma de big data inmobiliario Brainsre, el precio de las oficinas en el barrio donde ha invertido Mutualidad de la Abogacía, Prosperidad, ha caído un 6,4% en el último año, hasta los 2.489 euros por metro cuadrado.
En concreto, adquirir una oficina en esta zona del distrito de Chamartín cuesta, de media, cerca de medio millón de euros, ya que las oficinas en venta miden casi 200 metros cuadrados.
Tras esta compra, la compañía logra una cartera total de 42 inmuebles, con una superficie total de 162.058,31 metros cuadrados y un valor de mercado superior a los 754 millones de euros.
Con esta nueva adquisición, «además de seguir aumentando el valor de nuestra cartera, estamos reforzando nuestro compromiso por invertir en espacios que se rijan por criterios de sostenibilidad y estén dando pasos hacia la transformación eficiente de sus entornos», comenta Carlos Pérez-Baz, director de Inversiones Inmobiliarias de Mutualidad de la Abogacía.
La operación ha sido asesorada por la consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield. Los asesores legales han sido los despachos Martín Santiago y Fabregat Perulles Sales, y el asesor técnico ha sido Novasa.
