El Corte Inglés ha decidido reducir parte de sus establecimientos donde no obtiene rentabilidad para sortear el impacto que ha supuesto la crisis del Covid. Así, el grupo de grandes almacenes ha firmado un acuerdo con una multinacional escandinava para instalar una filial de teletrabajo en el centro comercial El Capricho, de Marbella.
El Capricho, situado en el bulevar Alfonso de Hohenlohe, es uno de los centros no estratégicos de la cadena y hace meses que se barajaba su cierre.
En este centro comercial, El Corte Inglés mantendrá el área dedicada a supermercado, pero no seguirá operativo el espacio que dedicaba antes a hogar, decoración, muebles, jardín y descanso, según El Confidencial. Puesto que esta zona la ocupará el nuevo inquilino, cuyo nombre no ha sido desvelado. Además, el edificio también contaba con una agencia de viajes y de una cafetería Starbucks.
Cierre de establecimientos
El grupo está aplicando fuertemente su plan de reconversión en Andalucía. La compañía ya cerró el centro comercial de Linares y baraja hacer lo mismo – o reconvertirlos en outlets- en los situados en Mijas, Algeciras, Jerez, El Ejido y Sevilla Este.
El verano pasado, el consejo de administración acordó una reestructuración que supondrá el cierre, venta o transformación de 25 puntos de venta este año, un planteamiento heredado de la estrategia de Dimas Gimeno.
La venta de lo que El Corte Inglés denomina “activos inmobiliarios no estratégicos” podría aportar al grupo entre 1.500 y 2.000 millones de euros. De los 25 centros de la lista, 15 serán cierres y entre ellos se encuentran los establecimientos de Arroyomolinos y Arapiles, en Madrid, Guadalajara, Albacete, Ademuz (Valencia), Constitución (Valladolid), Marineda (A Coruña) o El Tiro (Murcia), entre otros.
Cae el valor de sus activos
El último informe de su tasadora de referencia, Tinsa, revela que su cartera inmobiliaria estaba valorada a cierre del pasado julio en cerca de 16.500 millones de euros, un 5,3% menos que en febrero.
El grueso del valor de los activos está en sus centros comerciales, que suman un valor de más de 14.300 millones, pero también cuenta con plataformas logísticas, oficinas y suelo; así como pequeños espacios en el centro de las principales ciudades españoles.
