El mercado inmobiliario está experimentando una profunda transformación y, a medida que entramos en 2025, las oportunidades de inversión están siendo moldeadas por cambios estructurales que están redefiniendo la industria a nivel global. Mientras 2024 estuvo marcado por ajustes en las tasas de interés y la incertidumbre macroeconómica, 2025 se perfila como un año clave de recalibración, donde los inversores que se adapten a las nuevas realidades del mercado encontrarán oportunidades atractivas.
Un factor crítico que está moldeando las oportunidades de inversión es la significativa brecha de financiación que se espera en Europa. En los próximos cuatro años, se anticipa que el sector inmobiliario enfrentará un déficit de financiación de 100.000 millones de euros, lo que requerirá nuevas fuentes de capital para cubrir la brecha. Esto crea una ventana de oportunidad única para los inversores que puedan movilizar el capital de manera efectiva. El sector inmobiliario de valor añadido, donde las propiedades requieren mejoras o reposicionamiento significativos, será especialmente atractivo para aquellos capaces de llevar a cabo esta asignación de capital.
Especialmente crítico es el desequilibrio entre la oferta y la demanda que seguimos observando en el segmento residencial, donde la producción de viviendas sigue siendo superada año tras año por la creación de nuevos hogares. Se espera un déficit de viviendas de 15 millones de unidades para 2040 solo en el mercado español. Esto representa uno de los problemas sociales más grandes, que debe ser abordado con determinación y una asignación consecuente de capital.
Otro factor significativo que está impulsando las tendencias actuales es la secuela de la pandemia, que ha impactado de manera significativa nuestros hábitos e intereses diarios, con un ejemplo claro siendo el aumento de la actividad turística. Los datos promedio de rendimiento en la industria hotelera en mercados como España y Portugal ya han superado claramente los niveles previos al coronavirus. El número de visitas turísticas sigue creciendo y se espera que España se convierta en el país con el mayor número de visitantes del mundo para 2040.
La península ibérica reforzará su posición como el mercado de hospitalidad turística más importante a nivel global, principalmente debido a su patrimonio cultural, clima, estilo de vida e infraestructuras impresionantes. Sin embargo, el stock promedio de hospitalidad sigue siendo obsoleto y la gestión de activos aún no es tan eficiente como debería ser. Esto representa una oportunidad de inversión de valor añadido que aún necesita ser abordada. Aún más en los segmentos asequibles, como la tipología de hoteles de servicios selectos/de bajo costo, donde la demanda de productos asequibles de calidad con marca es fuerte y la oferta en la península ibérica está muy por debajo de otros principales mercados europeos.
De cara a 2025, anticipamos una recuperación significativa en las transacciones inmobiliarias, primero en el segmento de valor añadido y posteriormente en acuerdos de tipo más core. La estabilización de las tasas de interés debería ayudar a impulsar la confianza en el sector, especialmente si los recortes de tasas continúan a lo largo del año. Los activos inmobiliarios han experimentado correcciones de precios en los últimos años y esto ya representa una excelente oportunidad de inversión probablemente no vista en muchos años.
En un entorno de incertidumbre económica, la flexibilidad y la gestión efectiva de activos serán factores decisivos para el éxito. Los inversores que se acerquen al mercado con disciplina, visión estratégica y la capacidad de gestionar activos de manera efectiva estarán bien posicionados para capitalizar las tendencias en evolución del sector.
Artículo de opinión escrito por Emilio Velasco, Head of Real Assets Iberia, Global Co-Head of Real Estate Acquisitions de Tikehau Capital & Chief Investment Officer de Ireit Global
