Con más de dos décadas de experiencia en el sector bancario e inmobiliario, Emilio Langle y Eduardo Quintana han decidido unir fuerzas para lanzar Quinlan Asset Management.
Con un pasado común en Altamira, donde Quintana se ocupó de liderar el proyecto de sus inicios, ambos directivos han puesto en marcha una nueva gestora de inversiones centrada en una tipología de inversiones en auge en la coyuntura actual: la compra de activos inmobiliarios a través de la deuda.
«Coincidimos en Altamira donde yo llevaba la parte Internacional y Eduardo lideraba el proyecto desde su creación. Vimos los dos que había un hueco en el mercado para ayudar a entidades financieras, servicers y fondos a gestionar sus activos, especialmente créditos, uniendo mi conocimiento inmobiliario con el de deuda suyo», explica Emilio Langle, a Brainsre.news.
Antes de su incorporación a Altamira, Langle había trabajado durante 20 años en la consultora Aguirre Newman, ocupando posiciones directivas en Residencial, Valoraciones, Inversiones. Por su parte, Eduardo Quintana inició su carrera en el sector financiero en el Grupo Banco Santander, donde permaneció más de 25 años. Durante ese tiempo, ocupó cargos de alta responsabilidad en Auditoría Interna, Recuperaciones y Gestión de Activos, siendo presidente del ya citado servicer Altamira Real Estate.
«Siempre vamos del lado del inversor y en base a eso, buscamos el producto», subraya Quinta. «La operación la miramos igual que si fuera para nosotros. No somos intermediarios del 3%, si no que vamos más allá», agrega.
Deuda inmobiliaria
Según los últimos datos del Banco de España, la morosidad bancaria registró un repunte en enero del 4,54%, la primera alza desde agosto, situando la cifra de créditos dudosos en 55.066 millones de euros. Una subida de los NPL’s que preocupa en Europa según reconoció ayer la presidenta de la Junta Única de Resolución (JUR), Elke König, que incitó a los bancos a gestionar antes de que fuera un problema mayor.
Una cartera de créditos que desde Quinlan esperan aprovechar para sus clientes. «Esperamos comprar tanto a entidades financieras como a fondos, que en general han mirado mejor en su cartera, frente al producto de la banca que es más distress. Pero también en mercados secundarios puede haber oportunidades».
«Tenemos un área de recuperación que creemos que es diferencial. Ofrecemos un servicio de adquisición de crédito hasta transformarlo en activo», apunta Langle. «Es interesante porque puedes hacer un bilateral y frente a la compra directa puedes ahorrarte un 20%«, asegura Quintana.
Operaciones
Bajo esta fórmula, los responsables de la gestora preparan sus primeras operaciones. «Tenemos un objetivo de 100 millones de euros para este año y ya en pipeline tenemos 50 millones en operaciones que ya se están gestionando».
«Tenemos peticiones de todos los sectores: desde build to rent hasta locales en zonas no prime, logística, residencias de estudiantes, hoteles y oficinas«, aseguran.
Con estas transacciones, Quinlan prevé lograr retornos de más del 15% para sus clientes, principalmente, family offices. «Hay mucho interés y mucha demanda, aunque cruzar operaciones con el Covid no es fácil. Esperamos que el mayor volumen de las operaciones sea de residencial, tanto en inmuebles en zonas como Chamberí, Argüelles o Madrid Río, como de suelo. También tenemos un par de operaciones logísticas de gran volumen«.
