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La logística inmobiliaria: el activo estratégico del nuevo ciclo inversor

El CEO de Proequity analiza la evolución del diseño inmologístico durante los últimos años, un cambio positivo para el real estate europeo.

La logística inmobiliaria: el activo estratégico del nuevo ciclo inversor

Durante años, la logística fue el activo silencioso del inmobiliario. Hoy, se ha convertido en el modelo de referencia sobre el que se redefine qué significa invertir con visión a largo plazo. Mientras sectores como oficinas o retail luchan por adaptarse a nuevos usos, regulaciones y expectativas, el inmobiliario logístico se consolida como el más resiliente, dinámico y alineado con los desafíos económicos y sociales del presente.

El contexto acompaña: en un entorno marcado por tipos de interés aún elevados, tensiones geopolíticas y retorno selectivo del capital, los grandes fondos están redirigiendo sus estrategias hacia activos capaces de ofrecer ingresos estables y previsibilidad. Y ahí, la logística lidera. Según el informe Emerging Trends in Real Estate Europe 2025, este segmento se sitúa ya entre los más atractivos para la inversión en todo el continente, con especial protagonismo del sur de Europa.

Una nueva lógica de desarrollo: diseñar para operar, no para especular

El verdadero cambio no está solo en la demanda, sino en cómo se conciben y desarrollan los activos. El mercado ha dejado atrás los desarrollos especulativos para abrazar un modelo basado en soluciones «llave en mano», diseñadas desde las necesidades operativas del usuario final. Certificaciones como Breeam o LEED ya no son diferenciales: son requisitos mínimos. La eficiencia energética, la automatización, la conectividad y la flexibilidad en el uso definen la rentabilidad futura de cada proyecto.

Además del desarrollo a medida, la reconversión de naves obsoletas y el auge de los microhubs urbanos aportan nuevas vías de rentabilidad. Estas soluciones, más ágiles y adaptadas a la distribución de última milla, no solo mejoran los márgenes por metro cuadrado, sino que se alinean con las necesidades de inmediatez del consumidor actual.

Rentabilidad, pero también cohesión: el activo que transforma el territorio

Más allá del retorno financiero, el activo logístico moderno tiene un impacto directo en la transformación territorial. La instalación de plataformas en zonas periurbanas y municipios secundarios está descentralizando la economía, generando empleo y reduciendo emisiones gracias a una logística más próxima. Es también una herramienta de desarrollo para regiones que, hasta ahora, no formaban parte del mapa inversor.

Ciudades como Valencia, Zaragoza, Sevilla o Málaga concentran hoy el interés de promotores e inversores que buscan activos con recorrido. A esto se suma el impulso del nearshoring, que abre oportunidades estratégicas en países como Portugal, Polonia o Rumanía, en un contexto donde la estabilidad operativa y regulatoria son más valoradas que nunca.

Del activo refugio al nuevo modelo dominante

En un momento en que el inmobiliario busca certezas, la logística ofrece algo más: visión de futuro. No es un refugio coyuntural. Es el punto de partida de un nuevo modelo de inversión basado en la utilidad, la sostenibilidad y el impacto real.

Como sector, tenemos la oportunidad -y también la responsabilidad- de consolidar esta transformación. La logística no solo genera ingresos. Genera infraestructuras críticas, cohesión territorial y crecimiento regenerativo. Apostar por ella no es solo una decisión de negocio: es una decisión estratégica.

Porque no se trata solo de construir metros cuadrados. Se trata de construir un nuevo estándar para el real estate europeo.

Artículo de opinión firmado por David Martínez, CEO de Proequity

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