El sector inmobiliario ha experimentado en los últimos años una serie de cambios significativos. Concretamente, en el residencial, la diversificación de la demanda ha ocasionado que surjan nuevos modelos habitacionales. A raíz de una mayor movilidad geográfica y cambio de paradigma generacional, surge, entre otros, el flex living.
El modelo de flex living, o alquiler flexible de media estancia, surge como una oportunidad en respuesta a los nuevos desafíos que enfrenta el sector inmobiliario. Este modelo de negocio está basado en acuerdos con propietarios que ceden la gestión de sus inmuebles o edificios completos. Así, además de aportar grandes beneficios a los nuevos modelos de inquilinos,- como nómadas digitales, perfiles directivos o incluso estudiantes internacionales-, también es una garantía de rentabilidad para propietarios e inversores.
Por ello, una de las principales ventajas del flex living es precisamente esa capacidad de mantener una ocupación más constante y mejore los retornos comparados con los modelos tradicionales.
No obstante, para lograr el éxito de este modelo, hay una serie de aspectos que hay que garantizar a lo largo de la cadena de valor de este servicio: la optimización de la ocupación; la adaptación a la demanda; el uso correcto de la tecnología y la innovación; y la gestión eficiente de los gastos operativos.
La apuesta por un modelo híbrido de alquiler combina alquileres a corto, medio y largo plazo y permite ajustarse a picos estacionales y atender diferentes segmentos de mercado, como expatriados, nómadas digitales y demanda local. Para ello, es necesario identificar patrones de ocupación en la zona del activo para ajustar dinámicamente el mix de estas opciones maximizando la ocupación anual. Este modelo también permite ajustar las tarifas en función de la demanda y la temporada, maximizando el retorno de la inversión.
La optimización conduce al segundo elemento fundamental a la hora de hablar de éxito en el alquiler de media estancia: la adaptación a la demanda. Analizar las preferencias de los principales clientes objetivos y adaptar el diseño, la decoración y los servicios del activo es esencial. Así, la personalización es clave para asegurar una mayor ocupación. Por ejemplo, en cuanto a la geografía, es visible que la demanda se concentra, mayoritariamente, en ciudades vanguardistas y núcleos urbanos que combinen lifestyle y oportunidades laborales. Como ejemplos destacados en España, Madrid y Barcelona como las clásicas, y Málaga o Valencia, que han ido cogiendo cada vez más tracción en los últimos años.
La personalización del espacio y los servicios juega un rol crucial en la fidelización de clientes, un objetivo cada vez más importante en un mercado tan competitivo. Al ofrecer opciones de diseño adaptado y servicios personalizados bajo demanda, los propietarios pueden atraer a inquilinos que buscan comodidad y flexibilidad, aumentando las tasas de ocupación.
El éxito en el flex living también depende de una gestión activa de la comunidad y la posibilidad de crear una experiencia única para los inquilinos. Cabe señalar en este sentido que el modelo de flex living permite implementar un concepto cada vez más requerido por los inquilinos, el de pertenencia a la comunidad, un aspecto que se consigue a través de servicios adicionales o amenities. A destacar servicios que aumentan valor añadido para el inquilino podrían ser las áreas de coworking, las zonas sociales y la organización actividades comunitarias.
Un planteamiento clave en esta gestión es cómo mantener los costes operativos bajo control sin sacrificar la calidad de la experiencia del cliente. Tanto el producto como el servicio requieren inversión y gasto y, por ello, los propietarios de los activos valoran a los operadores por un indicador clave, el NOI. Para poder llegar a objetivos, es esencial poner foco en automatización de procesos, mantenimiento predictivo y la optimización de los costes de personal.
En este sentido, un rasgo diferenciador del operador debe ser la capacidad de diseñar espacios atractivos con la mejor experiencia de clientes pero asegurando que la inversión genere valor para tanto el inquilino como el propietario.
Es en este punto donde la tecnología es un pilar fundamental en la administración eficiente del flex living. Herramientas de gestión de propiedades, como plataformas de reservas en línea, software de administración de inquilinos y aplicaciones de comunicación con residentes, permiten una supervisión y administración más eficiente, reduciendo costes operativos y mejorando la toma de decisiones. El análisis de datos se convierte, además, en una herramienta estratégica, ya que permite a los propietarios identificar patrones de uso y comportamiento de los inquilinos, lo que facilita la personalización de los servicios y la predicción de la demanda.
Al aprovechar estos datos, los propietarios pueden optimizar el rendimiento de sus activos, ajustando los precios o gestionando los servicios de forma proactiva, incrementando así la rentabilidad del negocio.
Aplicando estos cuatro parámetros como premisas de gestión eficiente de activos de flex living, garantizaremos la satisfacción del usuario y del inversor.
Artículo de opinión firmado por Sandra Cabello, CEO y cofundadora de Homeclub
