
El mercado español de oficinas flexibles continúa su expansión y se consolida entre los más desarrollados de Europa, con un grado de madurez del 63%, según el informe Global Trends in Flexible Office 2025 elaborado por Cushman & Wakefield.
España alcanza un nivel comparable al de Alemania y Suecia, situándose solo por detrás de Reino Unido (97%) y Francia (96%). Este resultado confirma la consolidación del modelo flexible en el país y su creciente peso en el panorama inmobiliario europeo.
Durante el primer semestre de 2025, el espacio flexible representó el 2% de la contratación total de oficinas en Madrid y Barcelona. La superficie acumulada de este tipo de activos alcanza los 265.000 m2 en Madrid y 233.000 m2 en Barcelona, dos de los principales hubs europeos del segmento. En términos de penetración sobre el stock total, el modelo flexible supone ya el 1,9% del mercado madrileño y el 3,2% del barcelonés.
Tendencias globales y potencial de crecimiento
El informe indica que el 55% de las empresas a nivel mundial ya incorpora oficinas flexibles en su estrategia inmobiliaria, y un 17% planea aumentar su uso. En la región EMEA, el 61% de las compañías utiliza este formato, impulsando modelos como las managed offices y los acuerdos de gestión compartida entre propietarios y operadores.
Según Javier Bernadas, socio internacional y director de Oficinas España de Cushman & Wakefield, “las empresas valoran el modelo flexible por su capacidad de adaptación y por ofrecer entornos colaborativos, factores clave en cualquier estrategia inmobiliaria actual”.

