Los niveles de ocupación de las oficinas flexibles a nivel mundial se sitúan en el 83% en puestos en espacios privados y en el 70,5% en espacios compartidos, según los datos de Savills y Workthere recopilados en el informe ‘Flexmark 4.0’, que evidencian la estabilidad de la demanda por el modelo flexible y la consolidación de la preferencia por espacios privados.
En línea con el año 2022, las rentas se han mantenido estables, ya que los operadores han intentado ser competitivos para retener a sus clientes y atraer a nuevas compañías.
El 54% del espacio contratado en oficinas flex corresponde a empresas que cuentan con entre 21 y 100 empleados, 12 puntos porcentuales más que en el ejercicio anterior, mientras las compañías con más de 100 trabajadores han representado el 34% de la ocupación, experimentando también un aumento de 12 puntos respecto a 2022 (22%).
Aunque las tecnológicas han concentrado el 30% de la demanda de oficinas flexibles en 2023, su impacto ha bajado cinco puntos porcentuales respecto al año pasado (35%). Por el contrario, las compañías de finanzas han representado el 27% de los usuarios de estos espacios de trabajo, experimentando un repunte interanual de 10 puntos (17%). Además, las empresas del sector servicios han supuesto el 29% de la ocupación, con un alza anual de tres puntos (26%).
En cuanto a frecuencia de uso, la muestra con un uso menor a tres días a la semana ha desaparecido respecto a 2022 y la mayoría de los usuarios, el 54%, concentra la asistencia a su oficina flexible en tres días, mientras el 29% lo utiliza cuatro días y el 14,5%, cinco días.
En España, según Gonzalo Zambrano, responsable de Workthere y Occupier Solutions en Savills, «la demanda que recibimos de espacio flexible se ha incrementado a doble dígito y cada vez vemos más compañías que optan por modelos híbridos con alquiler tradicional y flex en todos los sectores, desde tecnológicas a ingenierías y empresas de servicios financieros o del sector sanitario».
