Carlos Bajo (Laborde Marcet): «No basta con saber ‘de ladrillo’, hay que entender de ciudad, de economía y de personas»

Carlos Bajo, Managing Director de Laborde Marcet, explica cómo ha cambiado la contratación en el sector inmobiliario desde la crisis de 2008.

Carlos Bajo (Laborde Marcet): "No basta con saber 'de ladrillo', hay que entender de ciudad, economía y personas"

El real estate logra cifras históricas en términos de empleo. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la industria inmobiliaria cuenta con más de 184.000 profesionales en activo. El «boom», según Carlos Bajo, Managing Director de Laborde Marcet, es «una combinación de factores estructurales y coyunturales». La consolidación del ladrillo como «activo refugio en un contexto de volatilidad» ha provocado en los últimos años el aumento de operaciones, un incremento de la actividad que ha evidenciado la necesidad de talento. Al mismo tiempo, «la sofisticación del propio sector y la entrada de capital institucional» han profesionalizado las estructuras, generando demanda en consultoría, asset management, urbanismo, sostenibilidad y tecnología.

A nivel contratación, la crisis de 2008 «marcó un antes y un después» en el gremio. «El nivel de exigencia ha aumentado en todos estos años y los clientes también valoran cada vez más la solidez técnica de los equipos», explica el directivo.

Actualmente, posiciones como analista de inversión, asset manager, responsable de sostenibilidad o project manager «requieren altas competencias y titulaciones superiores en ADE, economía, arquitectura, ingeniería o derecho, además de másters especializados o certificaciones como RICS». 

A día de hoy, «los perfiles más demandados son los analistas/consultores de inversión, asset managers, responsables de desarrollo de negocio, especialistas en ESG, y profesionales del área de research o datos». El denominador común es, insiste, una formación sólida en ADE, economía, arquitectura o derecho, complementada con estudios específicos en urbanismo, valoración o inversión inmobiliaria. «Cada vez más se valora el conocimiento transversal y la capacidad de comunicación con el cliente».

Aunque «las consultorías inmobiliarias, los fondos de inversión y las plataformas de gestión de activos siguen tirando con fuerza de la demanda de talento», Bajo explica que existe una «carencia de perfiles técnicos con enfoque comercial». En su opinión, «el sector necesita talento híbrido»: personas con base técnica, pero con capacidad de comunicación, visión estratégica y orientación al cliente.

A pesar de un entorno macroeconómico exigente, la previsión de Bajo para el empleo en el sector inmobiliario es positiva: «todo indica que 2025 cerrará siendo un gran año». Especialmente, marcado por el surgimiento de nuevas oportunidades para perfiles técnicos, comerciales y estratégicos. «De cara a 2026, prevemos un ciclo igualmente positivo».

Pregunta: ¿Qué áreas del inmobiliario son las de más fácil acceso? ¿Y las de más difícil acceso?

Respuesta: Las áreas comerciales y de brokerage siguen siendo una vía de entrada habitual, ya que permiten formarse en contacto directo con el mercado. En cambio, posiciones en asset management institucional, desarrollo urbanístico o dirección de inversiones requieren una experiencia técnica previa y una red de contactos que solo se construyen con los años. La barrera de entrada está ligada al conocimiento, pero también a la confianza que genera el perfil profesional.

P: ¿Qué es lo más atractivo de trabajar en el sector inmobiliario?

R: El inmobiliario te permite ver el impacto tangible de tu trabajo: transformar ciudades, mejorar entornos, generar valor social y económico. Además, es un sector en constante evolución, donde conviven el análisis financiero con la gestión emocional de las personas, la planificación a largo plazo con la agilidad comercial del día a día. 

P: ¿Cuál es hoy el salario medio de un junior vs. un senior en consultoría inmobiliaria? ¿Ven brecha salarial o techo de cristal en las promociones internas?

R: Hablar de cifras puede ser engañoso, ya que la retribución en el sector combina distintos elementos: parte fija, variable, bonus anual y, en muchos casos, está muy vinculada a la generación de negocio que aporta el propio profesional. Lo que sí es evidente es que existe una evolución lógica y meritocrática en la remuneración a medida que el perfil se consolida y asume mayores responsabilidades. La cultura de la promoción interna está creciendo, pero debe reforzarse con políticas de desarrollo profesional.

P: A futuro, ¿veremos cómo antiguas profesiones vinculadas al inmobiliario desaparecen para dejar lugar a otras nuevas?

R: Totalmente. Ya lo estamos viendo. La figura del agente tradicional evoluciona hacia un consultor estratégico con herramientas digitales. Tareas administrativas y de reporting están siendo automatizadas, mientras surgen nuevos roles en big data, marketing digital y digitalización de procesos. El real estate está absorbiendo talento de otras industrias.

P: ¿Qué aportan los perfiles junior y qué valor diferencial aportan los seniors? ¿Por qué es necesario que ambos trabajen conjuntamente?

R: En general, el talento joven aporta una mentalidad digital, una gran capacidad de aprendizaje y una visión fresca de las nuevas herramientas y modelos de negocio. Los perfiles senior, por su parte, aportan una comprensión profunda del mercado, de sus ciclos, de la negociación y de gestión. Es imprescindible que trabajen de forma conjunta: la colaboración entre generaciones es clave para la sostenibilidad del negocio.

P: ¿La digitalización de procesos es aún una asignatura pendiente?

R: Más que pendiente, diría que está en curso. Hemos avanzado mucho, especialmente en marketing, gestión documental y CRM. Pero queda mucho por recorrer en integración de datos y automatización de procesos, entre otras áreas. La digitalización no debe verse como un extra, sino como un eje estratégico de competitividad.

P: Hoy en día, el manejo de la IA es un factor diferenciador a la hora de contratar personal. ¿Es habitual este conocimiento en los perfiles que se postulan a nuevos puestos en el sector inmobiliario?

R: Aún no es algo generalizado, pero sin duda es un factor cada vez más valorado en los procesos de selección. La IA está aplicándose en áreas muy diversas como son el análisis de datos, la generación de leads, la automatización de tareas, diseño de interiores, imágenes y vídeos, campañas de marketing, etc con el propósito de mejorar la experiencia del cliente. Los perfiles que dominan estas herramientas tienen una ventaja competitiva. Desde dirección, apostamos por fomentar entornos que integren esta evolución tecnológica.

P: Si pudiera darle un único consejo a quien quiera entrar hoy en el real estate, ¿qué skill atraerá la atención de los reclutadores durante los próximos cinco años?

La capacidad de aprender de forma continua. El mercado cambia, las herramientas evolucionan y los modelos de negocio se transforman. Quien tenga mentalidad abierta, curiosidad constante y capacidad de conectar disciplinas tendrá una carrera de largo recorrido. No basta con saber «de ladrillo»; hay que entender la ciudad, la economía y las personas.

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