Hoy, como en cualquier otro día en la vida de un agente inmobiliario, hemos puesto en alquiler un piso. Publicamos el anuncio en diversos portales y, como de costumbre, en cuestión de minutos nos vimos abrumados por solicitudes y consultas. En los primeros 30 minutos, recibimos cerca de 40 mensajes por correo electrónico, whatsapp y llamadas, hecho que saturó nuestras líneas telefónicas y nos obligó a retirar el anuncio. Las dos primeras personas con las que hablamos ya tenían toda la documentación preparada y presentaban perfiles excepcionales, superiores a la media. De hecho, uno de ellos solicitó reservar el inmueble sin siquiera haberlo visitado. Por increíble que parezca, al final del día ya habíamos cerrado el alquiler.
Esta introducción a modo de pequeña anécdota cotidiana sirve para reflejar la triste realidad del mercado inmobiliario en España: la oferta de alquileres es escasa y cada vez va a haber menos, por lo que los precios seguirán subiendo.
Esta coyuntura de escasez está siendo aprovechada por miles de pequeños inversores, que se han dado cuenta de que pueden comprar inmuebles en zonas donde históricamente los alquileres han sido bajos, pero que ahora ofrecen rentabilidades del 10% o más. Hablamos de viviendas que hasta hace poco no tenían demanda de compra, pero sí la tienen de alquiler.
Estos inversores adquieren propiedades por 75.000 € y las alquilan por 750 €, muchas veces hipotecando las propiedades, ya que los ingresos por alquiler superan incluso la cuota hipotecaria. Estos inmuebles de bajo coste, en áreas donde los alquileres históricamente han sido bajos, están desapareciendo rápidamente del mercado, adquiridos en su totalidad por este tipo de inversores. La competencia es feroz, con personas sin experiencia en inversión intentando comprar este tipo de pisos con la ilusión de intentar vivir de rentas.
Pero ahí no acaba el problema. La falta de viviendas en alquiler ha provocado un aumento sorprendente en los precios de las habitaciones en toda España, tanto en las grandes ciudades como en la periferia. Muchos de estos pequeños inversores destinan estos inmuebles que acaban de adquirir muchas veces al alquiler de habitaciones, obteniendo rentabilidades incluso mayores. Es tal el problema de la vivienda que muchos inversores aún van más allá, y transforman áreas comunes, como el comedor o el salón, para poder alquilar más habitaciones y obtener una rentabilidad todavía más elevada.
La consecuencia directa de esta práctica cada vez más extendida es que los inmuebles asequibles de bajo precio han desaparecido rápidamente del mercado, y encontrarlos se ha convertido en una tarea casi imposible. Esta tendencia ha provocado una burbuja de inversión en alquiler, reduciendo la oferta de vivienda asequible para la compra y saturando el mercado de habitaciones, que continúan alquilándose debido a la cada vez más escasa oferta de pisos en alquiler.
Esta rápida desaparición de viviendas asequibles en el mercado nos está llevando a una burbuja de inversión en alquiler que será difícil de revertir. Aunque la legislación reciente en materia de vivienda no ha inspirado confianza a los inversores experimentados, los nuevos inversores siguen apostando por este modelo, hecho que perpetúa el aumento de los precios.
En conclusión, dada la situación actual, queda claro que esta burbuja será muy difícil de pinchar. La clave para encontrar una solución efectiva y sostenible a esta incipiente problemática podría ser apostar por una colaboración entre el sector público y privado. Urge aumentar el número de viviendas disponibles, especialmente en áreas de alta demanda como Barcelona y Madrid. Entre las posibles soluciones a la falta de parque residencial en España se considera la reconversión de oficinas y locales en viviendas, ya que actualmente gozan de muy poca demanda. Sin embargo, para implementar estas medidas con éxito es crucial una acción coordinada y destinar los recursos adecuados por parte de ambos sectores, tanto el público como el privado, en pos de beneficiar a todos los actores involucrados. Veremos qué ocurre.
Artículo de opinión firmado por Sergio Gutiérrez, cofundador y socio director de Excellence Real Estate Circle.
