En una empresa, la conexión entre el mundo tecnológico y el mundo de negocios es necesaria. Alejandro Aguirre, CEO de Brains Real Estate y experto en digitalización del sector inmobiliario, cree que sin este nexo, la implementación de la Inteligencia Artificial no sacará todo el provecho posible de esta revolución tecnológica. A la hora de usarlo, importante tener en cuenta qué información le estás dando, cómo le haces la pregunta y qué resultado esperas obtener. Experimentación, calidad del dato y comunicación entre los diferentes departamentos: esas son las claves del éxito.
La plataforma líder en big data inmobiliario tiene presencia en los mercados de España, Portugal, Italia, Grecia y Francia, y ha centrado su actividad durante los últimos dos años en promover esta revolución dentro del real estate. El pasado 22 de octubre, la marca organizó junto a Canon España y Portugal una jornada destinada a profesionales del sector, que abarcó exclusivamente la transformación tecnológica del inmobiliario español.
Desde su propia experiencia, la IA «es muy útil para ciertos procesos de poco valor añadido, y muy repetitivos«, la parte más mecánica. Una herramienta maravillosa, pero generalista, por lo que «cuanto más vas acotando el problema, más precisa va a ser la respuesta, más cercana a lo que buscas». Algunas tácticas, en este sentido, son indicar explícitamente un proceso o proponer ejemplos concretos.
Otra clave es echar horas y confiar en el proceso: «no es magia, mucha gente hace una pregunta y le parece maravilloso; le hace una segunda pregunta, la respuesta no es exactamente la que quería y dice ‘esto ya no sirve'».
En el último podcast de Brains Real Estate, el directivo explica qué pasos ha dado la plataforma en términos de avance tecnológico, cuáles son los matices que una empresa inmobiliaria ha de tener en cuenta a la hora de apostar por el uso de la IA y cómo será el futuro de esta tecnología en el sector en España.
Proceso de experimentación en Brains
Como proveedora de datos para las principales promotoras, grandes fondos de inversión, gestoras y servicers del real estate español, la plataforma ha centrado su actividad durante el último año y medio en mejorar la calidad del dato.
Aguirre señala tanto la extracción de la información como su transformación a un formato útil para sus clientes. Antes, que una compañía pidiera un dato concreto suponía un tiempo bastante prolongado para la plataforma.
Tras hacer pruebas con ChatGPT, que en ese momento llevaba tres meses, esas preguntas se tradujeron en idioma de negocio con el fin de convertirlas en preguntas, queries de bases de datos. Según Aguirre, «los resultados nos impresionaron mucho, así que decidimos redirigir parte de nuestro equipo de desarrollo a experimentar con estas herramientas».
Al principio, la empresa dedicó «mucho tiempo a descubrir cuáles eran los prompts buenos, cómo le tengo que dar la información y cómo tengo que especificar la respuesta». Los siguientes pasos fueron pensar qué otros procesos de la propia empresa -que forma parte del grupo Aura Real Estate, especializado en la propia empresa- podría amenizar la implementación de la IA. «También, uno de los primeros pasos fue entender qué hacía y qué no hacía».
Matices a tener en cuenta a la hora de implementar la IA en el sector inmobiliario
En general, a la hora de usar herramientas como ChatGPT, Aguirre señala los tres puntos a tener en cuenta: qué información le estás dando, cómo redactar el prompt y qué resultado esperas obtener. El directivo compara el avance con un profesional en prácticas. Aunque al principio desconoce el negocio y hay que explicarle cómo funciona la empresa desde cero, y esperar resultados en un tiempo.
Además, es importante ser consciente de las limitaciones de la propia herramienta. Se le puede preguntar por la dirección de un inmueble en un documento extenso, pero no se le puede pedir que interprete cuál es su valor de mercado, explica el experto. En su opinión, «has de preguntarle cosas que le puedas explicar tú, en un párrafo, en ese prompt razonable que le estás pasando».
¿Cómo solventa Brains las barreras que pueden derivar de la propia complejidad del «idioma de negocio«? Es cuestión del prompt. Aguirre explica que durante el verano de 2023, la plantilla de la plataforma estuvo experimentando con diferentes herramientas de OpenAI, de Google, Amazon, Microsoft, y otros de código abierto. Tras su experiencia entrenando modelos, Brains cree que la mejor opción siempre será usar el mejor modelo de IA generalista que esté disponible en cada momento.
Además, Aguirre comparte un consejo: para personalizar la experiencia, herramientas de esta clase a menudo incorporan opciones de ajuste que permiten responder a preguntas concretas sobre cómo ha de comportarse ChatGPT desde la cuenta. Contestando con apenas un par de líneas, se pueden lograr grandes mejoras.
El ritmo de avance de la propia tecnología es tal que es posible que, en ocasiones, se invierta mucho tiempo en avanzar en x cuestión a nivel interno y, de pronto, al día siguiente otra de las grandes firmas tecnológicas presente una alternativa mejor para la clase de objetivo que se estaba buscando. Ante situaciones así, paciencia y experimentación (repetición-repetición-repetición).
Transformación en empresas y futuro de la IA en Real Estate
La versatilidad temática que es capaz de abordar la IA funciona como un arma de doble filo. «Le puedes pedir que te lea el Quijote o una tasación, que te haga un resumen del uno y del otro», el problema llega cuando le das una orden más específica. «Tienes que afinar mucho esos prompts y ese idioma de negocio».
El primer experimento lo puedes hacer directamente en ChatGPT, en la página web, y luego tienes que desarrollar una herramienta que es capaz de coger todo ese conocimiento, ese know how, e introducirlos en los prompts, hacerlo a escala».
Según el CEO de Brains, «el coste de estos modelos va a seguir bajando y su calidad sólo va a aumentar; todo lo que hacen ahora es lo peor de lo que van a hacer en un futuro».