La transformación digital en el sector inmobiliario, especialmente en el mercado del alquiler, no solo está impulsando su expansión, sino también redefiniendo y reinventando sus procesos. En un contexto ya globalizado, la competencia no solo aparece a nivel local, sino que cualquier proyecto que se lance debe ser escalable y competitivo en cualquier escenario, por lo que la digitalización se posiciona como la mejor vía para generar valor y diferenciación.
Esta carrera por el desarrollo tecnológico ha propiciado la irrupción de nuevos actores puramente digitales en el Real Estate como son las proptech, compañías que, al gozar de una estructura más sencilla y ágil, poseen una mayor facilidad en la adopción de cualquier tipo de tendencia digital de su sector.
Durante la última década, gran parte de los esfuerzos se han centrado en desarrollar herramientas pensadas para los inquilinos. En un corto periodo de tiempo, los usuarios han pasado de tener que revisar de forma manual cada uno de los apartamentos para poder alquilarlo a disponer marketplaces que agrupan todo bajo el mismo techo digital. En la actualidad, el inquilino no solo es capaz de reservar su alojamiento, sino que está conectado con los propietarios las 24 horas del día, los siete días a la semana y, además de ello, puede contratar de forma digital multitud de servicios adicionales como seguros, transportes o suministros.
En cuanto a los propietarios individuales y gestores inmobiliarios, muchos siguen trabajando, hoy en día, de forma analógica ante la incapacidad de encontrar un solo servicio digital que les ayude a gestionar de forma eficaz toda su cartera. Ante esta problemática, algunas proptech nacidas de la era digital y hábiles en la adopción de cualquier nueva tendencia tecnológica, empiezan a pensar más en el propietario con el fin de abordar esta demanda en el sector del alquiler.
Las herramientas ya disponibles en el mercado son capaces de automatizar procesos del día a día que llevan más tiempo del deseado, mejorando así la eficiencia y permitiendo el uso estratégico de los datos, lo que permite no sólo mejorar la gestión de las propiedades sino también la propia experiencia del inquilino.
El análisis de datos es otro vector clave en el crecimiento del sector ya que facilita predicciones, identifica tendencias y genera nuevas oportunidades de negocio. De hecho, tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial (IA) son capaces de maximizar el producto final de las compañías y escalarlas de forma más rápida.
A pesar del potencial transformador de la IA, solo el 21% del sector inmobiliario en España utiliza esta tecnología, según el último informe de CBRE sobre digitalización en el sector. Aunque la adopción es baja, el margen de mejora es muy positivo por lo que tan solo falta que las compañías prioricen su desarrollo e introducción en sus operaciones diarias.
La digitalización, el uso de datos y la inteligencia artificial son esenciales para dinamizar el sector inmobiliario. Las proptech canalizan esta renovación, permitiendo a propietarios y gestores maximizar beneficios, reducir costes y ahorrar tiempo. Sin duda, la transformación digital, integrada en cualquier estrategia corporativa, es la ventaja competitiva que el sector inmobiliario necesita.
Artículo de opinión firmado por Óscar Rubio, CEO y fundador de Lodgerin
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