

Brainsre.news pulsa la opinión de los principales actores del sector inmobiliario en la encrucijada de un 2022 de récord y un 2023 marcado por la incertidumbre de una situación económica de ralentización, recesión en algunos países de Europa, subida de tipos, alta inflación y guerra en Ucrania. ¿Cómo afronta cada uno el momento? Marcos Beltrán, Chief Real Estate Officer de Altamira doValue, hace balance del ejercicio que se acaba y apunta a lo que puede ocurrir durante el próximo.
Pregunta: ¿Cómo calificaría este 2022 para el sector inmobiliario?
Respuesta: Como hemos podido ver ha sido un año de luces y sombras. Durante el primer semestre, se experimentó un alto volumen de transacciones, motivado por la gran cantidad de dinero que había en circulación, tanto por subvenciones como por dinero ahorrado en meses anteriores. Sin embargo, el segundo semestre se vio impactado por las condiciones macroeconómicas a raíz de la guerra y costes de suministros.
P: ¿Qué espera del año 2023 en cuanto a impacto de la ralentización y duración e intensidad de una posible crisis?
R: Todos los datos apuntan a que la situación macroeconómica no mejorará en los próximos meses, por lo que nos encontramos para el próximo semestre con una inflación en torno al 5% seguramente con una subida de tipos de interés, y con unos costes de suministros que limitarán el dinero disponible no solo para la inversión sino para continuar con el ritmo de vida que empezábamos a coger después de la pandemia. Todo dependerá de las condiciones macroeconómicas y por tanto del miedo que puedan tener los compradores hacia el futuro.
El Banco de España ha advertido de que es posible que la desaceleración de la inversión en vivienda que se viene percibiendo desde el tercer trimestre de 2022 se prolongue en lo que resta de año y en los primeros trimestres de 2023.
P: ¿Con qué herramientas afronta su empresa este panorama de incertidumbre?
R: En Altamira doValue hemos llevado a cabo un proceso de transformación tanto organizativo como tecnológico para ser más eficientes en nuestros procesos y ofrecer un mejor servicio a nuestros clientes.
En Real Estate en concreto, hemos diversificado nuestros servicios -adicionalmente a nuestros servicios como servicer especializado- con una nueva empresa para ofrecer asesoramiento en la inversión de proyectos de RE y en la gestión end-to-end del suelo y promoción inmobiliaria, Ádsolum. También, tenemos una empresa de comercialización de obra nueva, Singularity, y un equipo de comercialización directa especializado en suelo y terciario.
Altamira es un servicer que ofrece no solo servicios de comercialización y gestión inmobiliaria, sino que va más allá con una estrategia diferencial mediante la cual también ofrece servicios especializados en gestión de deuda temprana para pymes, servicios de valoración y underwriting, entre otros.
P: ¿Qué segmentos del inmobiliario pueden sufrir más y cuáles resistirán mejor?
R: El producto que mejor resistirá es la obra nueva en zonas prime (alta demanda). Los segmentos que más se verán afectados por las circunstancias macroeconómicas son terciario y suelo, donde los inversores están posponiendo su decisión de invertir o modificando sus propuestas a la baja.
P: Posición de España respecto a otros países.
R: La respuesta a los cambios macroeconómicos siempre ha llegado más tarde en España que en Estados Unidos o en países del entorno UE, esto también es igual en el sector inmobiliario. Es cierto que las condiciones que estamos sufriendo distan mucho de la crisis inmobiliaria anterior, que se había producido por una concatenación de factores de riesgo en las inversiones. Actualmente, estamos en una situación en la que somos un daño colateral de la situación macroeconómica, por tanto, esperemos que se mejoren las condiciones (económicas, financiación) para que haya mayor confort en las familias e inversores para volver a invertir en el sector inmobiliario.