El volumen de inversión inmobiliaria a nivel mundial se incrementó un 38% interanual en 2021, hasta los 1,3 billones de dólares (1,14 billones de euros al cambio actual), según ha informado este viernes Savills Aguirre Newman.
«El volumen total de inversión se recuperó con fuerza en 2021 debido al número creciente de fondos interesados en invertir en el sector inmobiliario, que alcanzó cotas máximas impulsado por la búsqueda de diversificación en fuentes de ingresos por parte de los inversores», ha apuntado la consultora.
En 2021 se identificaron 1.250 fondos con 365.000 millones de dólares de capital para invertir en inmobiliario, frente a los 1.000 fondos del año anterior.
Sectores
El sector residencial (multifamily, residencias de estudiantes y residencias de ancianos) acaparó el mayor volumen de inversión inmobiliaria en 2021, superando por primera vez a las oficinas. Para este año, Savills AN ha dicho que, «además de mantenerse la tendencia, la falta de stock vigente hace prever que la promoción será un punto de entrada para muchos inversores mediante estrategias de forward funding». Asimismo, «las ciudades secundarias muestran potencial por la búsqueda por parte de los usuarios de mayor calidad de vida a precios más asequibles», ha añadido.
Por su parte, los volúmenes de inversión en el sector industrial-logístico subieron un 54% el año pasado. Para 2022, la consultora inmobiliaria ve potencial en nuevas ubicaciones por la deslocalización.
Además, Savills Aguirre Newman ha indicado que, aunque los datos muestren menor cuota de inversión en oficinas en favor del residencial, estas siguen acaparando mayor participación en el mercado global que el sector logístico. Teniendo en cuenta que los inversores cross-border, sobre todo en Europa, van a desarrollar sus estrategias ESG este año, la consultora prevé buenas oportunidades para reposicionar, rehabilitar o reconvertir el stock actual de oficinas en activos sostenibles de alto rendimiento.
Por último, respecto al sector retail, Savills AN ha comentado que 2022 puede marcar un punto de inflexión tras la revisión de precios de los últimos años, al ser ahora un segmento más competitivo y estar en un momento en el que los retailers han mejorado su adaptación a los nuevos hábitos de compra.