
En el debate actual parece que el concepto de la sostenibilidad energética se ha reducido exclusivamente al empleo de «medidas activas» introduciendo sistemas técnicos para dar respuesta a las demandas sostenibles. Sin embargo, no podemos obviar la importancia de las «medidas pasivas» que deberían incluirse desde el inicio de la concepción del proyecto para economizar los costos del rendimiento de dichos sistemas técnicos activos. Si observamos nuestras construcciones populares podemos encontrar múltiples referencias de eficaces acciones pasivas para solucionar problemas climáticos, como serían la reducción de huecos de fachada en las orientaciones mas castigadas por el soleamiento o la creación de umbráculos vegetales en zonas exteriores y arboledas en calles y ramblas.
Por estas razones, los equipos técnicos de los estudios de arquitectura han optado por iniciar líneas de trabajo con el propósito de incorporar objetivos prioritarios desde las fases iniciales de concepción de los proyectos, con el objetivo de lograr medidas concretas en términos de sostenibilidad energética. Estas medidas, a modo de síntesis, serán las de realizar una evaluación de las emisiones de carbono en sus procesos constructivos, así como el estudio de materiales de protección y tratamientos de «pieles» de fachada atendiendo a sus diferentes orientaciones climáticas, recurriendo a la geotermia y paneles fotovoltaicos de nueva generación para los ahorros energéticos.
Un ejemplo de la consecución de estos objetivos podría ser una edificación en donde una serie de galerías ajardinadas atraviesan el edificio en horizontal y vertical creando un sistema de aireación de «sistemas pasivos», potenciado por sus «pieles» de fachada con elementos de «brise soleil» en GRC que se van orientando según sus diferentes orientaciones, economizando así considerablemente sus «sistemas activos» ubicados en la cubierta de la edificación y cuyos centros de producción están protegidos por una cubierta de «tramex» para disminuir las temperaturas medioambientales.
Así mismo, una ilustración adicional sería la rehabilitación de un hotel, en donde se requeriría la captación energética máxima para la constante producción de agua caliente. En este caso sería necesario emplear captadores solares de tubos de cristal al vacío de última generación que solucionaran el permanente suministro durante mas del ochenta por ciento del año, lo cual supondría una de las características mas valoradas por los usuarios del hotel. En última instancia, la sostenibilidad no solo ha sido adoptada como parte integral de la cultura actual de los equipos técnicos, sino que también ha permeado la perspectiva del usuario. Se anticipa que, en el futuro, la sostenibilidad se fortalecerá aún más, convirtiéndose en un requisito esencial para las próximas producciones arquitectónicas.
Artículo de opinión firmado por José Seguí, del estudio de Arquitectura y Planeamiento Segui.