La elección entre inversiones en equity y deuda se ha vuelto crucial para los family offices. En Madrid, este mes de abril, se llevaron a cabo dos eventos destacados: el Real Estate Financing Forum y el Family Office Forum, dos escenarios clave a la hora de captar la esencia del sector inmobiliario español, que han presentado las tendencias de inversión ante una audiencia ávida por conocer la realidad del mercado.
La rigidez de las políticas financieras y la reducción del número de bancos en España está provocando una disminución de acceso a crédito para los promotores inmobiliarios españoles, y ha provocado que el mercado acuda a la financiación alternativa para sacar adelante sus proyectos inmobiliarios.
Tradicionalmente, los inversores privados y family offices solían centrarse en la adquisición directa de activos, con operaciones de un volumen y complejidad más limitada. Sin embargo, esta dinámica está cambiando con la irrupción de la financiación alternativa, la cual proporciona a los inversores una nueva ruta para canalizar sus inversiones de manera más diversificada y en estructuras de capital con mayor protección.
Los family offices se encuentran ante la crucial interrogante de dónde canalizar sus inversiones, y en este sentido, existen diversas tipologías a tener en cuenta. Entre ellas, las inversiones en equity o adquisiciones de activos han mantenido históricamente un lugar destacado en la cartera de estos vehículos de inversión, especialmente en el ámbito de los bienes raíces.
La posesión de un activo propio brinda la posibilidad de venderlo en el futuro o, aún más importante, de rentabilizarlo mediante el alquiler, ofreciendo así garantías sólidas y un retorno seguro a lo largo del tiempo. Por otro lado, contamos con inversiones en proyectos de deuda, donde se otorgan préstamos a tasas de interés más altas que las ofrecidas tradicionalmente por los bancos, lo que resulta en retornos similares al equity pero con mayor protección de valor al estar en deuda. Estas inversiones ofrecen una mayor seguridad, y su popularidad ha aumentado notablemente en los últimos años.
La creciente resiliencia de los family offices frente a la inversión institucional se debe en parte a su capacidad para adaptarse a los cambios del mercado. En España, siempre han tenido un peso importante en el sector inmobiliario, superando incluso a otros actores internacionales en este ámbito.
Las gestoras locales, juegan un papel crucial a la hora de elegir dónde invertir dentro del sector inmobiliario, gracias a su experiencia y conocimiento del mercado para asistir a los family offices en la toma de decisiones. Buscar un socio estratégico, con experiencia para hallar las mejores oportunidades de inversión para maximizar el volumen y el rendimiento de cada una de las operaciones desde un enfoque integral que a la par potencie las inversiones, es vital para los family offices. Encontrar la estrategia adecuada estudiando el mercado y adaptarlo a sus necesidades requiere de gestores independientes con enfoques integrales.
En resumen, la diversificación continúa siendo una estrategia esencial para mitigar riesgos y maximizar retornos a corto y largo plazo. Para ello, es fundamental contar con una gestora local, muy especializada, que pueda orientar sobre la idoneidad de proyectos de equity o deuda, en línea con la estrategia de inversión del family office. Además, la globalización y la digitalización de los mercados han ampliado significativamente el espectro de opciones de inversión, permitiendo a los Family Offices explorar oportunidades en distintas geografías y sectores de forma más eficiente.
En última instancia, comprender las dinámicas locales, diversificar de manera adecuada y mantenerse al tanto de las tendencias globales son pilares clave para tomar decisiones de inversión informadas y acertadas.
Artículo de opinión firmado por Kaho Ha, CEO de GRC IM