La Socimi Vbare cerró el ejercicio con un incremento del 11,1% en los ingresos brutos obtenidos por arrendamiento de sus inmuebles residenciales, situándose en los dos millones de euros. No obstante, la compañía reconoce que la ocupación se ha visto afectada «por el aumento de la oferta y por una demanda más débil de lo normal», debido a la crisis sanitaria.
La compañía reconoce impagos, pero asegura tener el 72% de sus contratos de arrendamiento protegidos con seguros de impago o avales bancarios.
La Socimi registró pérdidas por valor de 4,3 millones de euros en 2020. Estos números rojos se deben a una devaluación de su cartera de activos, cuyo valor descendió un 2,43%. A 31 de diciembre de 2020, los inmueble de Vbare estaban valorados en 69,2 millones de euros, según la tasación realizada por Savills Aguirre Newman.
Sin embargo, las pérdidas en 2020 fueron de 362.000 euros, sin tener en cuenta el ajuste de la valoración de los activos; mientras que en 2019 los números rojos ascendieron a 948.000 euros.
Vbare amplía su caja
La Socimi mantiene 3,66 millones de euros en caja. Esto supone casi un 35% más del que tenía en 2019, 2,72 millones. Mientras tanto, han incrementado sus prestamos bancarios no corrientes, de 19,37 millones a 22,35. También, ha incrementado en casi 300.000 euros sus pasivos no corrientes, a devolver en menos de un año, hasta 1,3 millones.
En 2020, Vbare llevó cabo varias desinversiones, en concreto, vendió 14 viviendas diseminadas por valor de dos millones de euros. Mientras que su objetivo para 2021 es mejorar la rentabilidad de la cartera existente y adquirir nuevos activos.
