La propietaria de centros comerciales Unibal Rodamco Westfield (URW) buscará el próximo 10 de noviembre el voto mayoritario de sus accionistas para realizar una ampliación de capital de 3.500 millones de euros. Así lo ha recomendado la asesora independiente Proxivest, aunque existe una oposición firme que niega los beneficios de esta medida encabezada por Xavier Niel y Leon Bressler.
La dirección de Unibal Rodamco ha propuesto un plan empresarial acuñado «Reset». Esta hoja de ruta incluye una ampliación de capital de 3.500 millones de euros que la compañía considera esencial para fortalecer el balance financiero y no poner en juego la viabilidad de la empresa. En los últimos meses, se estaban ejecutando además medidas como la venta de centros comerciales por valor de 4.000 millones para reducir su apalancamiento. Asimismo, también eliminaron el dividendo en efectivo para pasar a darlo en scrip dividend; medida con la que pretendían preservar 1.000 millones en los próximos dos años.
Sin embargo, los planes de la dirección han encontrado oposición entre los principales propietarios. Esta oposición está encabezada por Xabier Niel, fundador de Iliad, y Leon Bressler, antiguo CEO de la compañía; que aseguran que la ampliación de capital es una estrategia fallida y sería devastadora. Estos accionistas reticentes han ganado peso dentro de la compañía después de que Xavier Niel y el fondo Aermont, fundado por Leon Bressler, hayan adquirido el 4,1% de las acciones. Además, critican la gestión inmobiliaria llevada a cabo porque consideran que la prioridad debería ser deshacerse de sus activos en Estados Unidos para sanear su deuda.
Las deudas empresariales lastran sus resultados
Las previsiones de los analistas presenta un curso financiero complicado para uno de los mayores propietarios de centros comerciales en el mundo, con unas previsiones para el resultado negativo de final de año de 3.500 millones de euros. Esto supone perder tres veces más de lo que la compañía ganó en 2019 (1.100 millones). Sumado a esto, el balance arroja unas deudas corrientes de 5.000 millones y no corrientes de 28.000 millones.
Ahora mismo las acciones de la compañía cotizan en la bolsa holandesa a 36€ por acción. La crisis del Covid-19 ha dado un duro varapalo a su cotización que ha perdido más del 70% de su valor. Las pugnas internas y los malos resultados están mermando la confianza de los accionistas en la empresa, que no ha dejado de perder valor bursátil desde 2015, donde llegó a cotizar a 260€.
