La Agencia Tributaria ha publicado la sexta edición de la lista de morosos tributarios, que identifica 3.930 contribuyentes que adeudan más de un millón de euros a Hacienda, con un total de 14.200 millones de euros de deuda.
La mayor parte de los deudores son 3.626 empresas, con una deuda tributaria pendiente de 13.557 millones. Y entre las empresas, además de nuevas incorporaciones, siguen figurando algunas de las inmobiliarias ‘estrella’ en el último boom del ladrillo que, con el crack financiero de 2007 y su impacto en el sector, quebraron. De hecho, las inmobiliarias concentran el 40% de la deuda total y suponen más del 30% de los morosos.
Es el caso de Reyal Urbis, producto de la fusión entre la firma de Rafael Santamaría, el promotor de referencia del Pasillo Verde de Madrid, y la inmobiliaria histórica de Banesto, Urbis. Aunque va reduciendo deuda,-pagó diez millones en la declaración de este año, registrando 343,5 millones de deuda frente a los 353 de 2019 y los 361,5 de 2018-, sigue siendo la primera empresa del sector en el listado por volumen pendiente.
La compañía, que pasó a cotizar en Bolsa con la compra de Urbis, negoció dos refinanciaciones de deuda, pero no consiguió un tercer acuerdo de refinanciación, y solicitó el concurso voluntario de acreedores en 2013 y actualmente se encuentra en proceso de liquidación.
A Reyal Urbis le sigue la constructora Isolux Corsán, con 315,8 millones, y que ha aumentado la cifra hasta los 329 millones en 2019.
Reyal Urbis generó la segunda mayor liquidación del sector inmobiliario español, por detrás de Martinsa-Fadesa, otra histórica del sector y que registra el récord del mayor concurso de acreedores del país. El dueño de Martinsa, Fernando Martín, adquirió Fadesa, la empresa fundada por el empresario gallego Manuel Jove, fallecido hace unos meses, en una operación milmillonaria que generó muchísima deuda para la compañía. Aún aparece en el listado con 27 millones de euros, frente a los 50,3 millones del año pasado.
Nozar dispara deuda
En la lista de deudores de Hacienda figura Nozar, la promotora de la familia Nozaleda, que también entró en concurso tras el estallido de la burbuja y volvió a retomar actividad inicialmente a través de la gestión de cooperativas y ahora con promoción. La empresa ha incrementado hasta los 215 millones su deuda, con un aumento de más de 150 millones. Recientemente, NatWest, uno de los principales acreedores de la promotora, ha puesto a la venta un solar dentro de Madrid Nuevo Norte.
Otro de los nombre es Aifos, la promotora malagueña especializada en vivienda de costa, cuya deuda ha crecido ligeramente: de 98,64 a 98,9 millones. Sus dueños también son morosos entre las personas físicas con 15,57 y 15,68 millones de deuda, respectivamente.
Otra de las andaluzas presentes es la promotora cordobesa Grupo Prasa, con una deuda de 98 millones. Prasa, que comenzó su carrera internacional con un desarrollo en Vilamoura (Portugal), optó por una estrategia de internacionalización en Brasil, Polonia, Rumanía y Marruecos, lo que elevó su endeudamiento y le costó la continuidad.
También cordobesa, la constructora Arenal 2001, con 92,1 millones, y fundada por el empresario Rafael Gómez, conocido como Sandokán, aparece a continuación. Gómez estuvo vinculado a la trama de corrupción conocida como caso Malaya. En 2017, ingresó en prisión por delito fiscal.
Otras conocidas del listado son CCF 21 Negocios Inmobiliarios, que aparece con 92,8 millones de euros pendientes de pago; Promaga que, al igual que Martinsa, reduce deuda desde los 79,9 millones registrados en 2018 hasta los 43,7 millones de euros de este año; y la sociedad del empresario Francisco Hernando, conocido como El Pocero y su ‘macrobarrio’ que ideó en la localidad toledana de Seseña. Se trata de Obras Nueva Edificación 2000 SL, con una deuda de 86,4 millones de euros. El empresario falleció este año.