
La inflación acecha el sector inmobiliario. Así lo constata un informe de la agencia de rating Standard & Poor’s, que asegura que la oferta de nuevas viviendas no es capaz de seguir el ritmo de la elevada demanda: «Esperamos que el aumento del coste de la vivienda continúe durante los próximos cuatro años».
S&P culpa a la gran cantidad de ahorros de los hogares, la escasez de oferta y los bajos costes de la financiación como causantes del dinamismo de los mercados inmobiliarios en toda Europa.
A cierre del primer semestre de 2021, el precio de los inmuebles residenciales se incrementó un 6,9%, comparando con el mismo periodo del año anterior. El crecimiento del precio de los activos, en España, para 2021 es del 4,3%; del 4%, en 2022; del 3,6%, en 2023; y del 3,3%, en 2024.

La agencia alerta de que esta situación está impidiendo a las rentas bajas acceder al mercado de la vivienda en propiedad, por el poco riesgo-beneficio que tienen los acreedores. «Esto ejerce una mayor presión sobre los gobiernos para expandir las soluciones habitacionales, una tendencia que ha ido en aumento como consecuencia del empeoramiento asequibilidad», explican.
No está previsto que el Banco Central Europeo haga modificaciones en su política de tipos de interés, antes de 2024. Sí lo puede hacer el Banco Central de Inglaterra, el cual vive mayores presiones inflacionarias. Estas presiones se verán reducidas moderadamente después de 2021, debido a que la demanda de vivienda y los ahorros de las familias se reducirán drásticamente.
También, el informe asegura que «la demanda de los inversores, impulsada por la búsqueda de rentabilidad, sigue siendo otro causante del aumento de los precios de la vivienda».