La compañía inmobiliaria Sonae Sierra, participada por el grupo portugués Sonae y el fondo Sierra, ha decidido ampliar su oferta de servicios con el lanzamiento de su marca, Reify.
La nueva marca tiene como fin la creación de «espacios urbanos innovadores y sostenibles» en diversos sectores inmobiliarios, como urbanismo, salud, hotelero, oficinas, residencial, retail, residencias de estudiantes y mayores, entre otros.
Hasta ahora, la compañía, que cuenta con 300 proyectos desarrollados en más de 30 países, se incluía en Sierra Development Services.
Jorge Morgadinho, director general de Reify, asegura que este área de negocio de Sonae Sierra «es la continuación de más de 30 años de trabajo y experiencia en proyectos». Por otro lado, apunta que la empresa «quiere seguir creciendo en España y en todo el mundo de forma sostenible”.
Cartera de proyectos
Actualmente, Reify está desarrollando varios proyectos de residencias para estudiantes en España y Portugal; la rehabilitación de dos edificios históricos de retail, Quarree Wandsbek y Mercado, en Alemania. También cuenta con varios proyectos de uso mixto que combinan viviendas, oficinas y retail, un complejo turístico sostenible Uma y una residencia de mayores.
Además, se unió recientemente a un consorcio para el desarrollo de un Hospital en Colombia; ha creado un plan integral en Brasil, que incluye oficinas, hoteles, residencial y transporte, y otro en Rumanía, con 1.000.000 m2 de superficie edificable. También ha diseñado la ampliación y renovación del proyecto Eurovea, en Eslovaquia; y varios proyectos de uso mixto para estaciones de TGV, en Marruecos.
De su cartera internacional también destaca el distrito comercial CityLife, en Milán, desarrollado en colaboración con Zaha Hadid Architects. Se trata de «uno de los mayores proyectos de regeneración urbana de Europa», señalan.
Sonae Sierra, propietaria de 27 centros comerciales repartidos entre Portugal, España, Italia, Grecia, Colombia, Brasil y Rumanía, cerró los seis primeros meses de 2020 con unas pérdidas de 56 millones de euros, de las que solo tres millones correspondieron al resultado operativo del negocio y los otros 53 millones procedieron de la devaluación de sus activos inmobiliarios.