El informe que ha presentado la firma Sociedad de Tasación sobre la situación del mercado de la vivienda tras el cese del estado de alarma confirma que el precio de la vivienda nueva por el momento resiste el impacto de la crisis por la COVID-19, con un aumento apenas perceptible del 0,8 % en el primer semestre. El consejero delegado de Sociedad de Tasación sostiene que un pequeño ajuste de precios haría que «la demanda se moviera rápidamente».
La consultora sostiene que la sensibilidad hacia una caída de precios afecta tanto a la predisposición a comprar un piso que «la salida va por ahí, por intentar buscar un punto de equilibrio y que el mercado se adapte a esa necesidad».
Oferta en Madrid y Barcelona
Las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona han visto incrementada la oferta de vivienda nueva en un 18,3 % y un 45,8 %, respectivamente (hasta 7.476 y 5.249 unidades), equivalente a 8,6 y 18,4 meses de demanda. Fernández-Aceytuno ha destacado que, mientras que en Madrid la mayor parte de la oferta está en construcción o sin iniciar, en Barcelona la venta sobre plano es mucho menos.
Por rango de precios, en la comunidad madrileña aumenta significativamente la oferta de viviendas de entre 300.000 y 500.000 euros y por encima de los 500.000, mientras que en Barcelona aumentan los precios superiores a 500.000 euros.
En la ciudad condal el 48 % de los precios de la vivienda que se está construyendo están por encima de los 500.000 euros, porcentaje que en Madrid es del 26 %, lo que refleja que la «vivienda que se está desarrollando en Barcelona es cara», ha señalado el CEO.
Tras recordar que la clave de cómo evolucionará la actividad inmobiliaria es el empleo, ha considerado «interesantes» las iniciativas de colaboración público-privada que hay encima de la mesa para promover viviendas a precio asequible y ha recordado que incorporándoles la variable de la sostenibilidad pueden captar ayudas de la Unión Europea.
Cree también que podrían funcionar los programas de avales públicos para hipotecas del 95% del precio de la vivienda dirigidas a jóvenes de entre 25 y 35 años, lo que según sus cálculos produciría entre 125.000 y 150.000 hipotecas al año de prestatarios que se han quedado fuera del mercado.
Fernández-Aceytuno ha asegurado que los últimos datos del INE que reflejan 23.000 hipotecas constituidas ha superado en positivo cualquiera de las expectativas, ya que, por ejemplo, con el parón de septiembre de 2019 por la ley de crédito hipotecario cayeron a 21.000.