Servihabitat, el ‘servicer’ de Lone Star y CaixaBank, continúa con su apuesta estratégica centrada en la gestión de suelo y desarrollo urbanístico. Esto se debe a que la inmobiliaria considera que es necesario sacar más viviendas al mercado y, para conseguirlo, hay que movilizar bolsas de suelo sobre las que levantar nuevos hogares.
De hecho, Servihabitat quiere gestionar el suelo con la visión de poner más suelo en el mercado, según explica Ernesto Tarazona, director de desarrollo de REO y venta mayorista de la compañía a El Confidencial.
Esta apuesta ha llevado al ‘servicer’ a disparar un 30% su equipo de gestión urbanística durante el último año, sumando ya un centenar de profesionales y con la intención de seguir ampliando la plantilla. Este hecho tiene bastante importancia teniendo en cuenta que la compañía aplicó el año pasado un ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) durante un plazo de un mes.
Actualmente, Servihabitat cuenta con una cartera de 21 millones de metros cuadrados de terrenos, con capacidad para desarrollar 33.000 viviendas en los próximos cinco años. Al respecto, Tarazona destaca que es difícil encontrar «jugadores tan importantes» en el mercado de suelo y la gestión urbanística.
Objetivo: aumentar su cartera de suelos bajo gestión
Según el directivo uno de los puntos fuertes de la compañía es tener presencia en todas las comunidades autónomas y en más de 1.800 municipios, lo que les permite tener un amplio conocimiento de este negocio. Además, asegura que cuentan con 3.000 colaboradores repartidos por todo el país.
Dentro de la gestión urbanística, Servihabitat espera sumar 900 viviendas de obra nueva en los próximos tres años. De forma paralela, también prevé incrementar su cartera de terrenos bajo gestión entre un 5% y un 10% hasta 2022, crecimiento que vendrá de Lone Star y CaixaBank, pero también de clientes más pequeños.
En 2020, Servihabitat cerró operaciones de suelo por un importe total de 200 millones de euros y este año esperan vender un 15% más. Actualmente, el 24% de suelo que configura la cartera del ‘servicer’ tiene uso finalista, mientras que el otro 76% es en gestión.
