La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) se ha trasladado a su nueva sede ubicada en un edificio de su propiedad en la calle Costa Brava número 12, en el barrio madrileño de Mirasierra, tal y como adelantó Brainsre.news.
En concreto, se trata de un inmueble que cuenta con 6.000 metros cuadrados de superficie sobre rasante y que fue el primer edificio de oficinas que Sareb rehabilitó para su puesta en el mercado, ya fuera tanto en alquiler como en compra.
No obstante, la sociedad ocupará en torno a 4.400 metros cuadrados, mientras que el resto se alquilará a otras compañías. La llegada de un inquilino podría permitir a Sareb mejorar el atractivo del edificio para posibles compradores ya que, a pesar de la mudanza, no se descarta su venta.
Sareb calcula que el traslado a este edificio generará ahorros de más de 14 millones de euros hasta 2027, lo que supondrá dar un paso más en el plan de eficiencia y optimización de costes que ha puesto en marcha por la compañía.
En 2017, la compañía liderada por Jaime Echegoyen invirtió cuatro millones de euros en rehabilitar el inmueble de cuatro plantas en altura (de la que tres son para oficinas) y otras dos para garaje (145 plazas). Sin embargo, transcurridos varios años desde las obras, y sin encontrar comprador o inquilino, ha decidido destinarlo al menos en parte a uso propio.
“Nuestra nueva sede nos permitirá fortalecer todavía más la cultura corporativa y la apuesta por la eficiencia y la sostenibilidad”, ha afirmado Jaime Echegoyen, presidente de Sareb, quien ha apuntado que el nuevo diseño responde “a una filosofía de flexibilidad y trabajo en equipo”.
Antigua sede
Desde su puesta en marcha, en 2012, la compañía ha tenido como oficina central un edificio situado en pleno corazón financiero de Madrid, concretamente en el número 89 del paseo de la Castellana, junto a la zona de Azca, considerada la Milla de Oro de las oficinas.
Allí la compañía pagaba unas rentas relativamente bajas para la zona primero a su propietario, Ahorro Corporación, y después a Corporación Financiera Alba, que adquirió el edificio en 2015 por 147 millones de euros.
Este traslado supondrá pasar de tener oficinas en una zona con alquileres mensuales por encima de los 30 euros el metro cuadrado a los 16,5 euros que se comercializaba el inmueble.
El contrato de arrendamiento que vincula a Sareb con el inmueble vence a finales de 2020 y su renovación a rentas actuales de la zona -que superan los 30 euros por metro cuadrado al mes- dista mucho de la política de ahorro de costes que persigue la compañía, por lo que han decidido decantarse por una opción más asequible.
Sareb cerró el pasado ejercicio con pérdidas de 947 millones de euros, por encima de las estimaciones iniciales. El motivo de este aumento de los números rojos tiene su origen en una partida de gastos por valor de 83 millones que Sareb se ha anotado «correspondientes a activos fiscalesdiferidos que no se materializarán en el futuro». La sociedad está inmersa en una redefinición de su estrategia de negocio, que le lleve a primar el negocio inmobiliario.
