El próximo ejercicio vencen los convenios que firmó Sareb con los servicers Solvia, Altamira y Servihabitat para gestionar y vender los activos adjudicados de la banca rescatada, dentro del denominado Proyecto Íbero. Con esta iniciativa, Sareb pretendía dar salida a más de 50.780 millones de euros en activos tóxicos que le transfirieron las entidades financieras en 2012.
Ahora, nueve años después, la sociedad de activos procedentes de la banca rescatada viene registrado pérdidas de unos 1.000 millones anuales desde su creación. En concreto, el año pasado,Sareb incrementó sus números rojos un 13%, hasta los 1.073 millones; mientras que sus ingresos cayeron un 39%, hasta 1.422 millones.
Con un ‘agujero’ de 35.000 millones, la Unión Europea ha obligado a España a computar como deuda pública dicha cantidad al estar avalada por el Estado y el Gobierno de Pedro Sánchez ha tenido que cambiar la ley, para que Sareb pueda seguir operando con recursos propios negativos, tras haber consumido todo su capital.
Cambio de modelo
En medio de esta situación, la entidad ha decidido poner fin a su sistema original y aprovechar la renovación de los contratos con sus ‘servicers’ para decantarse por una mayor especialización. Con este cambio, Sareb espera mejorar resultados.
Para ello, la entidad presidida por Jaime Echegoyen va a fichar a un asesor financiero y otro legal para diseñar el nuevo marco de sus contratos, según El Confidencial. Se prevé que entre abril y mayo tendrán definido el nuevo modelo, según afirman desde la entidad.
Este proyecto, denominado Esparta II, pretende segmentar la cartera de 31.800 millones de euros en inmuebles y préstamos que tiene la sociedad en contratos de servicios especializados. Esto supondrá la búsqueda de especialistas en alquileres, servicios de mantenimiento, gestión de concursos y venta.
Qué gestionan actualmente los servicers
A finales de 2014, Haya Real Estate fue elegida para gestionar durante cinco años un paquete de 52.000 préstamos vinculados al sector inmobiliario originados por Bankia y adquiridos posteriormente por Sareb por un importe de unos 18.000 millones de euros.
Por su parte, la cartera adjudicada a Altamira Asset Management contaba 44.000 inmuebles y préstamos al promotor originados por Catalunya Caixa, BMN y Caja3, por los que Sareb desembolsó unos 14.000 millones de euros.
La última cartera, que pasó a manos de Servihabitat, contenía 30.300 inmuebles y créditos de NCG, Liberbank y Banco de Valencia, valorados en el momento de la transmisión a Sareb en unos 9.200 millones de euros.
Tanto esta cartera como la de Altamira fueron adjudicadas por un periodo de siete años.