Banco Santander ha decidido entrar en el negocio de servicing con la puesta en marcha de su propia gestora de activos inmobiliarios improductivos.
El objetivo de esta sociedad -integrada en el proyecto Deva Servicer- será, por un lado, reducir los costes de gestión de sus activos (ha llegado a abonar más de 450 millones de euros al año en comisiones de gestión a Altamira, Aktua y Alisea, los tres servicers con los que trabaja) y, por otro, generar negocio al prestar este servicio a terceros.
La «plataforma global de inversión» se ocupará tanto de la gestión de carteras de préstamos morosos y fallidos, como de inmuebles adjudicados, créditos de empresas en dificultades y participaciones en compañías de gestión inmobiliaria, señala Expansión. Santander ya ha traspasado a Deva Servicer sus participaciones del 15% en Altamira y Aktua por un valor conjunto de 40 millones de euros.
La entidad cuenta un presupuesto para invertir en activos dañados de hasta 1.000 millones de euros.
La nueva compañía cuenta con oficinas en Madrid, Londres, Nueva York, y filial en México.
Según los últimos datos publicados, Santander tiene una cartera de créditos dudosos de 33.000 millones, mientras que su cartera de inmuebles en España asciende a 8.143 millones de euros brutos