
Renta Corporación Real Estate, la inmobiliaria de Barcelona fundada por Luis Hernández de Cabanyes, cerró 2021 con beneficios frente a los números rojos que provocó la crisis del Covid el año pasado en la compañía.
En concreto, Renta logró un beneficio neto de 6,9 millones el año pasado frente a las pérdidas de 8,8 millones de 2020.
Los ingresos de la compañía crecieron más de un 82% hasta los 83,8 millones, logrando el mayor impulso en el negocio transaccional de inmuebles, que generó una cifra de negocio de 71,1 millones, casi el doble que el año anterior. En este sentido, destacan operaciones como la venta de dos edificios en Barcelona y un lote de cinco activos en Madrid, dos ventas en el sector de oficinas en Barcelona, así como una gran operación logística y la realización de tres operaciones hoteleras en la ciudad condal.
El negocio patrimonial, que incluye la gestión de la Socimi Vivenio, también creció su facturación respecto a 2020. El pasado julio Renta Corporación vendió al fondo australiano Aware Super aproximadamente la mitad de las acciones de Vivenio de las que era titular. Esta venta supuso un entrada de tesorería de 12,7 millones de euros y un resultado neto de 2,3 millones de euros, que ha sido imputado directamente a fondos propios.
«La compañía considera que la evolución del mercado y la entrada durante 2021 del fondo australiano Aware Super en el capital social de la Socimi se traducirán en un aumento de la inversión de Vivenio en los próximos ejercicios y de los ingresos recurrentes de la inmobiliaria, por consiguiente», señalan desde Renta.
La deuda financiera neta de Renta disminuye al cierre de 2021 hasta los 41,9 millones de euros y el endeudamiento sobre activos (LTV) se sitúa en el 32%.
A nivel de existencias, tras la venta de «activos muy significativos» durante los últimos meses del ejercicio, la cartera de negocio con la que cuenta la compañía a cierre de 2021 es de 62,7 millones de euros, compuesta principalmente de activos residenciales, industriales y logísticos.
«El ejercicio 2021 ha sido un buen año a nivel de inversión inmobiliaria y las expectativas para el ejercicio 2022 siguen confirmando esta tendencia, basándose en la buena marcha del consumo, la recuperación del mercado laboral, la reactivación del sector turístico, la contención de los tipos de interés y unas rentabilidades atractivas de sus activos», apuntan desde la inmobiliaria.