
La inmobiliaria catalana Renta Corporación ha cerrado los nueve primeros meses del año con pérdidas de 3,7 millones de euros, lejos del beneficio de 8,1 millones registrado en el mismo periodo del año anterior, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía cotizada ha entrado en números rojos debido principalmente al descenso de un 39% de sus ingresos hasta los 33,6 millones de euros. La caída de su facturación se debe a la menor venta de inmuebles. En concreto, la gestión de proyectos inmobiliarios ha dejado sólo 200.000 euros en las arcas de la firma catalana, mientras que el año pasado fueron 8,4 millones.
Renta Corporación ha afirmado que la crisis del Covid ha tenido un gran impacto en la actividad. «La ralentización sin precedentes de la actividad inmobiliaria durante la primera mitad de 2020 se ha visto agravada en este tercer trimestre por la segunda ola de la pandemia, y eso se ha traducido en un retraso en la materialización de las operaciones, que ha impactado en el margen de operaciones», ha asegurado la compañía.
Por otro lado, el resultado bruto de explotación de la inmobiliaria (ebitda) ha registrado unas pérdidas de 2,9 millones, frente al beneficio de 10,9 millones de euros que alcanzó en el mismo periodo de 2019.
Tras cerrar septiembre con esta cuenta de resultados Renta Corporación «está reevaluando el plan de negocio» y «pondrá el foco en equilibrar los resultados acumulados hasta septiembre con un mejor cuarto trimestre, y en priorizar las políticas de preservación de la liquidez», ha asegurado la firma.
Por otro lado, la compañía ha explicado que cuenta con una tesorería de diez millones de euros y con un nivel de apalancamiento del 40% sobre el valor de sus activos. Renta Corporación cuenta con una cartera de activos valorada en 121,7 millones de euros, la mayor parte de sus inmuebles se localizan en Madrid y Barcelona.