

El PSOE ofrece a Podemos alargar la duración de los contratos de alquiler como solución alternativa al control de los precios. Según Expansión, esta propuesta es la última concesión que está dispuesto a hacer el partido de Pedro Sánchez con Podemos en las negociaciones de la futura Ley de Vivienda, cuya redacción lleva en punto muerto casi un año.
La medida planteada cambiaría la duración de los contratos de alquiler en zonas tensionadas de cinco a ocho años, y de siete a diez si la propiedad es un gran tenedor o un institucional. Este aumento de la duración estaría siempre en manos del inquilino y podría prorrogarse año a año, hasta el máximo de tres.
También, aquellos inquilino que decidan renovar su contrato, las rentas a pagar solo podrán ser un 10% más altas que en su anterior documento. De esta forma, si ambas partes llegan a acuerdo podrán firmar por cinco o siete años, con opción a tres más en cualquier caso.
La aprobación de esta nueva norma es esencial para poder sacar adelante los nuevos Presupuestos Generales del Estado. Para ello Raquel Sánchez, ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, se ha puesto manos a la obra.
Esta medida contiene mayor solidez jurídica que un control efectivo de los precios, que podría limitar con el derecho a la propiedad privada. Además, facilita el control del precio porque está redactado en la propia duración del contrato y no en una norma externa.
El PSOE no quiere controlar los precios
El partido de gobierno se mantiene en contra de un control férreo de los precios del alquiler, aunque sí está de acuerdo en promover medidas que de una forma u otra sirvan para controlarlo. Mientras tanto, sus socios de Podemos presionan para promulgar medidas duras contra la vivienda vacía u obligar a grandes tenedores a colocar el 30% de sus inmuebles en alquiler social.
La fórmula del PSOE para sacar adelante la nueva Ley de Vivienda es buscando fórmulas para evitar las “subidas abusivas”. Esta discrepancia está retrasando una aprobación prevista para febrero de este año.