Aunque aún no hay estadísticas oficiales de precios ni transacciones desde enero, desde el 15 de marzo no hay apenas registros de compraventa, como señalan los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (APIs). «La actividad comercial se ha paralizado y aunque notarios y registradores pueden hacer transacciones de carácter urgente, el temor al contagio las ha estancado también», explican a Brainsre.news.
El director de Estudios y Formación de Fotocasa, Ismael Kardoudi, va más allá incluso al señalar que «es posible que, a partir de marzo y durante los meses siguientes, veamos caídas del 60% o más”.
Como explican fuentes del mercado, la estadística notarial y registral del mes de marzo, registrará transacciones hasta el 15 de marzo, día en el que creen que de verdad se paralizó la actividad, y no se espera una recuperación hasta al menos después del fin del estado de alarma, ampliado este fin de semana hasta el sábado 11 de abril y justo después de Semana Santa, un periodo vacacional que además siempre ralentizaba la firma de operaciones entre marzo y abril todos los años.
Fuentes del Consejo General del Notariado han recordado que la paralización de las compraventas se debe a la instrucción que dictó la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, que permite solo atender urgencias. Pero el miedo al contagio, que se ha ido haciendo patente en cuestión de horas según se agravaban las estadísticas de número de infectados, ha dejado a cero la actividad; incluso las citas ya establecidas van a posponerse, y las oficinas no aceptarán nuevas visitas, si no han estado previamente concertadas, subrayan los notarios.
Desde el Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (COAPI) de Barcelona y la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Catalunya (AIC) recuerdan que «todos los plazos procesales y administrativos y en todos los órdenes jurisdiccionales quedan suspendidos durante el estado de alarma. En lo que respecta al cumplimiento de las fechas en los contratos de arras firmados, APIs y agentes recuerdan que hay que negociar entre las partes los retrasos en las fechas, apelando a causas de fuerza mayor.
Y aunque inicialmente la firma de contratos era posible, siempre que todas las partes tengan las herramientas de firma electrónica, estiman que «dada la situación excepcional de estado de alarma, sería más prudente no hacerlo. En este sentido, cabe recordar a los profesionales que un documento PDF escaneado no es una firma electrónica«.
Comerciales parados
Las inmobiliarias han anulado las visitas a pisos, una actividad que no está incluida entre las permitidas en el estado de alerta. A ello se une el cierre de agencias: desde algunas inmobiliarias y comercializadoras explican que solo está yendo a trabajar una pequeña parte del personal, para hacer tareas administrativas. Y ello, a pesar de que han incrementado los servicios telemáticos, ofreciendo visitas virtuales y recordando que la mayor parte de los trámites de reserva ya se pueden hacer online.
Un ejemplo es Century 21 New Estate. “Nuestra apuesta por el ‘proptech’ viene de lejos y haremos que nuestros clientes puedan visitar las viviendas navegando por ellas de forma autónoma y virtual desde su ordenador” señaló Javier Ortega, director de la franquicia, en un comunicado. Las nuevas tecnologías pueden permitir también firmar el contrato de arras de forma telemática y con plena validez legal, precisó. Otras inmobiliarias, como Neinor Homes o Aedas Homes, también han hecho pública su oferta, e incluso se han unido para aplicar iniciativas como la de aplazar por dos meses las entregas a cuenta de las preventas.
Guillermo Llibre, CEO de la ‘proptech’ Housell, explica algunas de las principales consecuencias que veremos: «los periodos de reflexión más dilatados en el tiempo por parte de propietarios y compradores y la reducción de los precios de venta por parte de aquellos propietarios con urgencia en vender, una realidad que se recuperará al 100% pasados los tres o cuatro meses». Asimismo, se observará -añade- un «cúmulo de la oferta y la demanda durante meses» hasta volver a recuperar el nivel de actividad normal, que el directivo sitúa inicialmente en septiembre.
Fuerte impacto en la venta a extranjeros
Partiendo de la base de que las estimaciones son incalculables, porque como dice el consejero delegado de Colliers, Mikel Echevarren, «nos enfrentamos a un escenario desconocido por nuestra generación, a la gestión de una nueva enfermedad y un efecto impredecible, el miedo», el escenario que dibuja la consultora es preocupante.
“En el sector residencial español tendrá un impacto muy significativo, al menos en 2020, fundamentalmente por la incertidumbre creada, la drástica reducción del turismo y de la actividad económica en general, la destrucción de empleo y por la disminución del efecto riqueza de los posibles compradores de una vivienda por las pérdidas de sus inversiones financieras”, opina Mikel Echavarren.
El directivo prevé también una “drástica reducción de ventas de viviendas a extranjeros”, porque si consideramos el efecto conjunto del Brexit y el coronavirus, dicho volumen podría reducirse en 2020 más del 50%, desde las 63.000 unidades vendidas a no residentes.
En cuanto a la vivienda nueva, cree que este año se producirán cancelaciones de contratos privados de compraventa de obra nueva, «que podrían reducir las unidades vendidas en 2019».
Para el directivo, la moratoria en el pago de hipotecas anunciada por el gobierno es una medida «razonable para unas circunstancias excepcionales que no deberían extenderse muchos meses. En cualquier caso, estoy convencido de que la banca española habría ofrecido alternativas similares considerando las circunstancias y la experiencia de las ejecuciones de la crisis anterior», argumenta.