El precio de la vivienda nueva crecerá en tasas cercanas al 4% interanual durante el primer trimestre de 2023, para luego estabilizarse con tasas de crecimiento próximas al 0-1%. En las viviendas de segunda mano, en cambio, los precios aumentarían de forma más evidente, alcanzando tasas interanuales del 9% a mediados de este año, para después continuar creciendo en ratios más moderados, según el informe del XVII Observatorio de la Valoración de la Asociación Española de Análisis de Valor (AEV).
El 58% de los expertos internos y el 100% de los externos consultados se muestran de acuerdo con la predicción relativa a la obra nueva, afirmando que esto ocurrirá sobre todo en el caso de viviendas nuevas de las grandes ciudades y sus entornos. Algún experto considera que es relevante tener en cuenta el efecto de la inflación en dicho incremento, que implicaría que, en términos reales, el precio de la vivienda se estaría incluso abaratando.
Sin embargo, otro grupo de panelistas, el 42%, prevé que, en el caso de la obra nueva, la escasa actividad promotora hará que la vivienda siga siendo un bien escaso en el mercado, por lo que auguran que el precio podría ser considerablemente más alto, sobre todo si hay un incremento fuerte en la demanda de vivienda libre por parte de no residentes y para usos de alquiler temporal. Además, si se tiene en cuenta la influencia del incremento de los costes de construcción y energéticos, y la escasez de mano de obra, se podrían llegar a experimentar crecimientos cercanos al 5% durante 2023.
Por otro lado, hasta un 92% de los panelistas se encuentran en desacuerdo con la predicción de precios de vivienda usada que se presenta en el informe, coincidiendo todas estas opiniones en que las tasas de crecimiento de los mismos serán, en cualquier caso, mucho más moderadas. Son varios los expertos que estiman que los precios de la vivienda usada se moverán en tasas similares a las esperadas para la obra nueva, mencionando un estancamiento, e incluso posibles descensos, a lo largo de este año.
El impacto de la inflación
El informe señala que la inflación sostenida tendrá impacto en las decisiones de los inversores y podría afectar, de un modo relevante, al mercado inmobiliario, no solo con adelantos en las decisiones de compra para protegerse de aumentos futuros, sino también como efecto indirecto del incremento de los alquileres.
Con ello están de acuerdo el 42% de los panelistas internos y hasta un 67% de los externos, al estimar que la inflación y otros factores pueden influir en el coste y terminación de la vivienda nueva, y provocar anticipos en las decisiones de compra ante las expectativas de aumento en los precios.
En el polo opuesto, los panelistas contrarios a esta expectativa, el 58%, indican que la subida de cuotas hipotecarias derivada de la elevación de los tipos de interés moderará la subida de los precios de venta. Además, si bien las rentas están efectivamente vinculadas por contrato a la inflación, la capacidad de trasladar este aumento será menor en el entorno económico actual, especialmente en el ámbito residencial, debido a la reducción de las posibilidades de pago de los inquilinos, así como a las políticas proteccionistas impulsadas por la Administración para su control.