Los precios de los alquileres se incrementarán alrededor de un 5% en 2022, según ha adelantado este miércoles la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA).
«Se está creando el caldo de cultivo para que los alquileres experimenten una subida de precios de en torno al 5% en el año 2022», afirman desde la agencia. Esta subida afectaría a todas aquellas viviendas ofertadas en alquiler en el mercado, donde habría que añadir la subida del IPC, que está provocando que ya muchos alquileres, en su revisión anual, se estén encareciendo.
«Estimamos que esta subida del precio de los alquileres se va a producir sin que la futura Ley de Vivienda, que actualmente se está tramitando, pueda impedirlo; es más, pensamos que las medidas anunciadas en el Anteproyecto puedan ser el detonante de la subida de los precios del alquiler al provocar un estrangulamiento de la oferta», explica José Ramón Zurdo, director general de la ANA.
Para la agencia, las medidas que pueden incidir en esa posible subida del precio de los alquileres, motivadas por la contracción de la oferta que provocará la futura ley, son el aumento de la fiscalidad, los alquileres de mayor duración, la congelación de las rentas, la intervención de los precios y las subidas de la inflación y del coste de los materiales de construcción.
«Estas medidas citadas, junto con la permisividad actual a la ocupación y los larguísimos periodos de tiempo que se tarda actualmente en recuperar la posesión de las viviendas en casos de impagos, han creado entre los arrendadores una gran incertidumbre e inseguridad jurídica», señala Zurdo, quien apunta otras dos consecuencias más, que ya se están produciendo, que también van a afectar a un descenso de la oferta y a una probable subida del precio de los alquileres: el trasvase del alquiler a la compraventa de muchas viviendas y el trasvase de muchos alquileres tradicionales al alquiler turístico.
El coronavirus ha alterado el alquiler
Hasta la aparición de la actual pandemia, los precios de los alquileres estaban altos debido a una oferta insuficiente para atender la alta demanda que había.
Esta situación se alteró, de forma casual, por el coronavirus, según ha indicado la agencia, que hizo que la oferta de alquileres aumentara considerablemente porque se incorporaron al mercado del alquiler tradicional muchas viviendas que antes se alquilaban como turísticas y porque, debido a la precariedad de recursos económicos que provocó la crisis sanitaria, muchos arrendadores se vieron obligados a sacar sus viviendas al alquiler para tener más ingresos.
Este aumento de la oferta ha hecho bajar de forma considerable el precio de los alquileres, llegando a alcanzar en algunas regiones los dos dígitos de caída.