El cierre preventivo de las grandes empresas de suministros empieza a hacerse realidad. Porcelanosa ha abierto la veda al tomar una decisión sin precedentes en su historia: adelanta la parada técnica habitual en Semana Santa hasta nuevo aviso, lo que afectará a cerca de 3.000 empleados en Vila-real.
La interrupción de la actividad de las factorías del grupo comenzará el viernes, y hasta ese día la disminución de trabajo de las plantas se realizará de forma gradual hasta la mencionada jornada, fecha a partir de la que cesarán todas las labores en las instalaciones productivas en Vila-real de Porcelanosa, Venis, Urbatek, Gamadecor, L’Antic Colonial, Butech y Noken and Krion.
La medida se ha llevado a cabo mediante un cese pactado con los trabajadores, a cuenta de las vacaciones futuras y que anticipa la parada prevista para Semana Santa. Por su parte, los profesionales de oficina trabajarán a través del teletrabajo desde sus casas. Las azulejeras no pueden acogerse a un ERTE de momento.
Desde el lunes las tiendas de Porcelanosa en España y Portugal ya estaban cerradas, con el fin de «evitar la propagación del covid-19 y proteger la salud de las personas, siguiendo siempre el protocolo marcado por el Ministerio de Sanidad», precisan desde la empresa. Esta solución preventiva ya se ha hecho extensiva a las factorías del grupo.
La decisión de la parada de la producción por parte de Porcelanosa, la marca más internacional del sector, tendrá un efecto previsible de imitación por parte del resto de productores cerámicos de la provincia. España es el primer fabricante cerámico de Europa y el tercer exportador del mundo; Castellón es la provincia que concentra prácticamente toda la producción, con algo más de 120 empresas.
Los tres grandes fabricantes españoles por negocio son grupos familiares: Porcelanosa (familias Soriano y Colonques), Pamesa (Roig) y STN (Aparici), seguidos muy de cerca por el grupo Victoria, dueño de Keraben, Saloni e Íbero.
