Ante la situación actual existente en los bloques portuarios, la Conselleria de Vivienda y el Ayuntamiento de Valencia han creado un grupo específico de trabajo coordinado por Vicente Gallart, gerente de la Sociedad Plan Cabanyal.
El pasado lunes dos de marzo Gallart explicaba a la comunidad de propietarios en una reunión, los avances del plan especial del Cabanyal (PEC) y de las posibles alternativas que ofrecen las administraciones a los vecinos. El edificio sufre un alto grado de degradación y un gran porcentaje de pisos que están ocupados ilegalmente, por lo que al parecer su futuro sería el derribo, según informa Levante.
El ayuntamiento y la Generalitat ofrecen a los propietarios la opción de comprarles sus casas o bien permutar sus pisos por casas nuevas o de segunda mano para aquellos que quieran permanecer en el barrio. La primera opción que se barajó de construir un edificio al lado de los bloques ha quedado descartada.
No obstante, esta solución no convence a los propietarios ya que entienden que dada la situación de sus casas de estar fuera de ordenación, habrían perdido valor y no las quieren malvender, por ello, van a pedir una tasación externa para poder entender cual es el valor de sus viviendas.
El número total de pisos es de 168, de los que 90 pertenecen a particulares y el resto son de titularidad pública que fueron adquiridas por el Instituto Valenciano de Vivienda y por el ayuntamiento.
Descartada la opción de rehabilitar los bloques, los vecinos exigen que se les realoje en un edificio cercano al actual. La convivencia entre familias muchas de ellos con menores y los ocupas, se ha complicado como consecuencia del retraso en la aprobación del nuevo plan especial y de la solución para los bloques.
