Persépolis inició sus operaciones en 2015 como gestor de la Socimi cotizada en el MAB (actual BME Growth) de mismo nombre. La estrategia del vehículo se basa en la adquisición de activos de uso de industrial y oficinas para su transformación y gestión, así como activos residenciales en Madrid para destinarlos a corto y medio plazo. Actualmente cuenta con 8 edificios residenciales con un GAV de más de 40 millones de euros.
El pasado enero, Persépolis levantó un nuevo fondo de valor añadido para invertir más de 150 millones de euros entre 2021-2023 para continuar con esta estrategia residencial principalmente en Madrid y Barcelona, según señala el propio Bou en su LinkedIn.
Además, parte de este nuevo fondo se puede invertir junto con otros inversores en hoteles y branded residences en Mallorca y en la Costa del Sol. También Persépolis busca oportunidades en hoteles de negocios en Madrid que necesitan una transformación para adaptarse a las nuevas necesidades posteriores al Covid 19.
Hasta la fecha, el vehículo ha adquirido dos edificios, uno de uso industrial y otro de oficinas, situados en Guindalera y Fuente del Berro (Madrid) y con 2.612 y 6.485 metros cuadrados respectivamente, que convertirá en viviendas en alquiler, según señala Expansión. La inversión total en estos dos activos supera los 30 millones de euros, señalan sus promotores.
Además, Persépolis negocia actualmente la adquisición de cuatro hoteles en Mallorca, así como portfolio de seis hoteles urbanos en distintas ciudades en España.
Los principales inversores de los fondos de inversiones de Persépolis son principalmente de fondos institucionales y hedge funds estadounidenses y británicos.
Bou se incorporó a Persépolis a finales del año pasado después de dejar PwC en octubre de 2020, tras más de 19 años en la empresa.
