La promotora de viviendas Nozar, una de las mayores compañías más relevantes del sector en el anterior boom inmobiliario, ha decidido llevar a cabo un importante cambio en su estructura.
La compañía fundada en 1981 por los hermanos mexico-asturianos Luis y Juan Carlos Nozaleda Arenas ha decidido nombrar un nuevo consejo de administración formado por un presidente, un nuevo consejero delegado y secretario. Hasta ahora, Nozar se regía como una sociedad con dos administradores solidarios, que eran los hermanos Luis, que ejercía como presidente de la promotora, y Juan Carlos.
Ahora, la compañía estará en manos de nuevos ejecutivos aunque sin perder la vinculación familiar ya que seguirán siendo Nozaleda: el nuevo presidente de Nozar será Jaime Nozaleda Torner. Licenciado en Económicas por la Universidad Autónoma y con diversos programas de postgrado, Jaime Nozaleda conoce muy bien el mundo inmobiliario ya que desde 2013 trabaja en la consultora internacional Knight Frank, donde ha ocupado diferentes puestos. Hasta la fecha, ejercía el cargo de consultor senior en el equipo de Suelo e Inversión Residencial.
Por su parte, Nozar ha decidido nombrado a Álvaro Sancerni Nozaleda nuevo consejero delegado. El nuevo CEO de la promotora era, según figura en su perfil de LinkedIn, responsable de Administración y Finanzas de Marcos Sotoserrano, compañía del hólding empresarial creado por los Nozaleda y dedicada a la producción de jamón y otros embutidos ibéricos en Salamanca.
Por último, Ignacio Pinilla Nozaleda ha sido designado secretario del consejo de administración. Pinilla Nozaleda es estudiante de quinto curso de Derecho y ADE en CUNEF según la citada red profesional. Además, Luis Nozaleda Pastor será consejero.
Situación de la inmobiliaria
El cambio en la cúpula de Nozar se produce en un momento importante para la compañía que lleva más de una década peleando para superar el concurso de acreedores.
En 2009, la promotora presentó voluntariamente suspensión de pagos al no poder hacer frente a una deuda que entonces se cifraba en unos 700 millones de euros. El juez encargado en ese momento del caso admitió la alegación de uno de sus acreedores y estimó en 2008 la entrada oficial en concurso.
Doce años después, y con varios cambios de administradores concursales, la compañía preveía lograr a finales de 2020 el apoyo de sus acreedores (donde ya no figuran bancos como principales adeudados sino fondos de inversión) a un plan de pagos donde se priorizaría pagar «lo máximo posible» en un plazo de entre cinco a siete años, incluyendo Hacienda, a la que la compañía adeuda 215 millones de euros, tras aumentar en más de 150 millones la cantidad impagada.
Actividad promotora
Para hacer frente a sus deudas, la compañía ha retomado con fuerza la actividad promotora, aprovechando la recuperación del negocio. Así, a comienzos del año, la compañía contaba con 17 proyectos en marcha, con un total de 1.400 viviendas repartidas por varias ubicaciones destacadas de Madrid, como Valdebebas, lo que le permitiría lograr una facturación de 550 millones de euros.
El objetivo era alcanzar los 2.000 pisos en desarrollo entre 2020 y 2021, un objetivo que ahora liderará el nuevo equipo directivo.
