Con el cierre de las Microsoft stores, salvo cuatro simbólicas, la compañía da un giro estratégico al negocio de su empresa, que se traslada así definitivamente al mundo virtual. De hecho, las tiendas se cerraron durante la pandemia y no han vuelto a abrir, y en el caso de España no hay tienda oficial.
«Los miembros del equipo minorista de la compañía continuarán prestando servicios a los clientes desde las instalaciones corporativas de Microsoft y de forma remota llevarán a cabo ventas, capacitación y soporte», indicó la compañía, que aseguró que continuará invirtiendo en sus escaparates digitales en Microsoft.com y en tiendas en Xbox y Windows, llegando a más de 1.200 millones de personas cada mes en 190 mercados.
La empresa tecnológica explicó que también «reimaginará» espacios que prestan servicios a todos los clientes, incluidos los Centros de Experiencia de Microsoft en Londres, Nueva York, Sydney y los campus de Redmond (EEUU). En este sentido, apuntó que entre los nuevos servicios se incluye soporte de videochat 1:1, videotutoriales en línea y talleres virtuales con más soluciones digitales.
El cierre de estos establecimientos físicos supondrá para Microsoft asumir una carga de 450 millones de dólares antes de impuestos en sus cuentas del trimestre, lo que equivale a un impacto de unos 0,05 dólares por acción, explicó la multinacional norteamericana.
Mientras que las tiendas de Apple han ido reabriendo poco a poco, primero en localizaciones concretas y luego con horario reducido en lugares como Madrid o Barcelona, las de Microsoft han permanecido cerradas.