
La Socimi Merlin Properties ha anunciado hoy a través de un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la extensión a 2027 del plazo de vencimiento de parte de los bonos de dos emisiones vivas, por importe de 258 millones de euros, y que inicialmente estaba fijado para mayo 2022 y abril de 2023.
En concreto, Merlin ofreció a los bonistas de las emisiones que vencen en 2022 y 2023, que presentan un saldo vivo de 700 millones y 850 millones de euros respectivamente, comprar títulos por un máximo de 500 millones. La compra se abona con lo que levante con la otra emisión de 500 millones, en este caso a 2027.
Una vez cerrado el plazo correspondiente, han aceptado la oferta de compra de Merlin bonos que suman un importe total de unos 258 millones de euros. La Socimi ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que se han adherido a la propuesta títulos de la emisión de 2022 por un importe de 151,70 millones, equivalente al 21,6% del total, y bonos de la de 2023 por 107,21 millones, el 12,6% del total.
El aplazamiento reforzará su situación financiera; en la reciente Junta de Accionistas señaló aseguró contar con una liquidez de 1.277 millones, una cartera de activos valorada en 12.750 millones de euros, y un endeudamiento neto de 5.182 millones de euros, que equivale al 40,6% de este valor de sus activos (‘loan to value’).
A 31 de marzo, la deuda neta de Merlin era de 5.103 millones, con un LTV de 40,1%, 47 puntos básicos menos que en diciembre de 2019. La compañía no tiene vencimientos de deuda hasta 2022. Los activos de la inmobiliaria están valorados al cierre del último ejercicio en 12.716 millones de euros.
En el primer trimestre de 2020, la Socimi controlada por Santander y BBVA registró unos ingresos de 131,8 millones de euros, un 0,6% menos, mientras que las rentas brutas después de incentivos se sitúan en 123,3 millones, un 2,6% menos. El beneficio neto fue de 38,6 millones en el primer trimestre, un 36% menos, por la venta de activos y las provisiones por Covid.