Merlin Properties, la mayor inmobiliaria de la Bolsa española (junto a Colonial), ha cerrado el primer semestre de 2020 con el generalizado ajuste que ha sufrido las compañías tras el Covid-19. La compañía ha visto mermar sus beneficios un 73%, sin embargo, sus ingresos apenas se han debilitado, con una caída del 2,2%.
El impacto de la crisis del coronavirus no ha sido igual en todos sus negocios. Así lo destacaba Ismael Clemente, durante el encuentro con analistas, donde reconocía que sus activos apenas se habían revalorizado en los últimos seis meses como esperaban, y sus planes para ello habían quedado «en papel mojado», en el caso de oficinas y logístico, sí habían presentado un aumento de su valor, frente al descenso del 4,7% registrado por sus centros comerciales.
No hay que olvidar que el principal negocio de Merlin son las oficinas. Tras hacerse con la cartera de inmuebles de Testa y Metrovacesa, la Socimi atesora uno de los mayores portfolios de oficinas en España (también posee en Portugal). Tras estas adquisiciones, Merlin anunció a finales de 2017 que destinaría más de 450 millones de euros en rehabilitar y reposicionar su cartera de activos, un plan de llevaría a cabo hasta 2021 y que le permitiría generar unos ingresos adicionales por rentas de 61 millones de euros anuales.
Dentro de estas reformas se encuentra uno de los protagonistas de las operaciones estrella que ha cerrado Merlin durante este confinamiento. Se trata de Castellana 83-85. Este edificio, ubicado en pleno centro financiero de la capital, en la zona de Azca, formaba parte de la cartera de Testa y albergó durante años la sede del grupo al que pertenecía, Sacyr.
Merlin anunció que reformaría el inmueble con una inversión de 2021. Al inicio de las obras, su histórico inquilino decidió trasladarse a un edificio en Condesa de Venadito y abandonar definitivamente el inmueble de Castellana. La Socimi debía busca sustituto para este edificio con más de 15.254 metros cuadrados y lo ha logrado hasta de finalizar las obras, prevista para final de este año.
En concreto, Merlin ha alquilado íntegramente el inmueble a una firma de consultoría internacional y una ingeniería española. En el caso de la primera, será Accenture quien abandone Torre Picasso para mudarse a pocos metros, señalan varias fuentes del sector. Ambos acuerdos se han firmado en estos meses de pandemia aunque las negociaciones vienen de antes y han permitido a la Socimi cerrarlos con rentas pre-Covid, superiores a 30 euros el metro cuadrado. En concreto, las yields de Castellana 85 son del 8,5% señalan desde la cotizada.
Renovación con descuento
Además, Merlin ha llegado a un acuerdo con uno de sus principales inquilinos de oficinas, la empresa energética Endesa que ha renovado el alquiler de su sede, ubicada en el número 60 de la calle de Ribera del Loira, junto al Campo de las Naciones, en el noreste de Madrid.
La renovación de este contrato de dicho edificio, que cuenta con 54.960 metros cuadrados, ha permitido extender la duración del mismo hasta 2030, a cambio, la energética ha logrado una reducción del 16% en el alquiler.
En total, en este primer semestre, la cotizada ha firmado contratos de oficinas por valor de 187.330 metros cuadrados de los cuales casi 148.00 se realizaron entre abril y junio, los meses más castigados por el Covid-19, frente a los 45.000 de logística o los apenas 6.200 m2 de retail.
En concreto, en Madrid se firmaron 122 acuerdos para alquilar sus oficinas, con inquilinos como la ya citada Endesa pero también con Volkswagen y la Comunidad de Madrid.
Según aseguró la compañía a los analistas, Merlin cuenta con más de 3.000 millones de rentas aseguradas con los contratos actualmente en vigor. Además, si se cuenta con las opciones adicionales de vencimiento, esta cifra alcanza los 5.000 millones.
