Más oferta de vivienda pública y rebajar los precios de los alquileres en las grandes ciudades -donde se concentra la demanda- son algunas de las soluciones para mejorar el acceso de la vivienda a los jóvenes que se han destacado durante la reunión anual de preciosdeviviendas.es, celebrada este jueves.
La tasa de emancipación de los jóvenes españoles ha alcanzado el dato más bajo desde hace 17 años, solo el 18’5% de la población de entre 16 y 29 años se había emancipado en el primer semestre de 2019, según el Consejo de la Juventud de España (CJE).
Actualmente, los jóvenes deben destinar más del 94% de su sueldo para poder independizarse, según el informe del Observatorio de Emancipación presentado el pasado mes de diciembre, mientras que el umbral de endeudamiento tolerable para emanciparse se sitúa en el 30%, según el CJE.
Carme Trilla, presidenta del Observatorio metropolitano de la vivienda de Barcelona, ha explicado durante la jornada que el acceso a la vivienda es muy complicado para los jóvenes y personas con una renta baja en las grandes ciudades españolas, como Madrid o Barcelona. «En la ciudad condal el 70% de los usuarios buscan alquileres inferiores a 1.000 euros, pero el 70% de la oferta es superior a esta cantidad».
Los jóvenes no tiene suficientes ahorros para pagar la entrada de una casa, por eso la gran mayoría se ven obligados a alquilar. La demanda de vivienda en régimen de arrendamiento ha subido tanto, y con ello los precios, que este segmento de la población no tiene capacidad de ahorro. En relación con la medida anunciada este jueves por el ministro Ábalos, Trilla ha expuesto que «no hay que parar la subida, ni poner un techo, hay que rebajar los precios en las zonas tensionadas».
Vivienda social
Javier Rodríguez Heredia, presidente de las Comisiones de Arrendamiento Residencial de la Asociación de Inmobiliarias con Patrimonio en Alquiler (Asipa) ha cifrado en 300.000 millones de euros la cantidad que se necesita para invertir en la vivienda pública que necesita el mercado español. Asimismo, se ha incidido en la necesidad de llegar a un acuerdo público privado para afrontar el problema de falta de vivienda social.
Aunque también se ha identificado como uno de los problemas que la vivienda protegida cuando han pasado unos años deja de serlo. Si esto no sucediera, se solucionaría parte del problema porque habría más vivienda social en el mercado. Sin embargo, la presidenta del Observatorio metropolitano de vivienda de Barcelona ha matizado que una importante parte del problema «no es la falta de vivienda o alquileres (que también), sino los ingresos de los jóvenes. No hay una evolución en sintonía de los salarios y los precios de la vivienda».
