
La gran deuda acumulada y la poca rentabilidad de Marina d’Or han llevado a la compañía dirigida por Jesús Ger ante la posibilidad de quiebra. Por ello, han decidido sanearla y a externalizar la gestión de los hoteles.
La sociedad cerró el ejercicio comprendido entre septiembre de 2018 y agosto de 2019 con un ebitda de 221.000 euros frente a los 3,1 millones del año anterior, lo que contrastaba con una deuda de más de 60,2 millones de euros, de los que 47,2 millones correspondieron a préstamos bancarios, según las últimas cuentas que figuran en el Registro Mercantil de la sociedad Marina d’Or Hoteles recogidas por Cinco Días.
No obstante, esta situación podría haber sido pero, ya que antes de cerrar las cuentas, el fondo estadounidense Farallon, a través de Orion Investors y Niseko Real Estate, adquirió 47,8 millones de deuda bancaria. Además, en el último trimestre de 2019, estas dos mismas sociedades compraron otro paquete de deuda por valor de 59,8 millones de euros, lo que suma un total de 107,6 millones de euros.
Vencimientos de su deuda
Por otro lado, en el informe de gestión de la firma se avisaba de que la estructura de los vencimientos de la deuda bancaria alcanzaba un período superior a veinte años. Así se puede comprobar en los dos paquetes de deuda adquiridos por sociedades de Farallon. En el de 29,7 millones (el 62% del total) se amortizaban con posterioridad a 2025 y en el otro la cifra superaba los 43 millones (un 72%).
Asimismo, la firma que auditó sus cuentas explicó que en el ejercicio 2019, la sociedad «no ha podido atender los vencimientos de gran parte de su deuda bancaria, originándose con ello intereses de demora por importe de 2,3 millones de euros«, así como penalizaciones por resolución de contratos de arrendamiento financiero por importe de 3,6 millones.
Ahora la gestión de los hoteles será de la compañía Gestión de Activos Turísticos (GAT).