Nunca hubiera imaginado, hace tan sólo unos meses, que escribiría sobre la revolución que hemos presenciado en el sector inmobiliario de Mallorca causada por el Covid-19. Tras la conmoción inicial del estado de alarma, pronto nos dimos cuenta de que nuestros clientes (en su mayoría propietarios extranjeros de segundas residencias) no sólo deseaban continuar con sus planes a largo plazo, sino que también se había despertado en ellos un renovado interés por recibir información sobre inmuebles en la isla.
Vender a clientes que no podían desplazarse físicamente a la isla significaba tener que actuar con rapidez para implantar tecnologías virtuales y despuntar en nuevas formas de venta y comercialización. Decidimos invertir en cámaras Matterport para ofrecer visitas virtuales, una tecnología con sus propios desafíos. Nuestro equipo de fotógrafos trabajó en conjunto con el proveedor para resolver los problemas de software. Ahora estamos trabajando a una velocidad vertiginosa para ofrecer recorridos virtuales para muchas de nuestras propiedades junto a otras herramientas, como vídeos con drones y visitas virtuales a través de los teléfonos móviles. Todo ello mantiene a nuestro equipo de más de 100 asesores inmobiliarios en Mallorca muy activo, a pesar de que ni un solo cliente puede llegar a la isla. También estamos elaborando vídeos para redes sociales, con el fin de proporcionar un contenido fresco centrado en las principales características de las propiedades ofreciendo para cada una su propio estilo.
Durante el confinamiento, continuamos vendiendo propiedades a pesar de las complicaciones adicionales como las citas notariales virtuales y la necesidad de que los clientes otorguen poderes a sus abogados. Curiosamente, ningún comprador se ha echado atrás en un proceso de compraventa ya iniciado, ni ha tratado de renegociar las condiciones. También hemos firmado contratos con opción de compra para propiedades multimillonarias, y hemos observado con asombro que los clientes no tienen dudas sobre sus inversiones. Seguro que se sintieron frustrados por las restricciones para viajar, pero el deseo de mantener sus planes de inversión a largo plazo era mucho mayor. El hecho de que el acceso haya estado restringido también ha sido una de las razones de que la isla haya sido tan segura y por la que el sistema sanitario de Mallorca controló la situación en todo momento. Esto se ha convertido en un importante argumento de venta.
Cuando nuestras tiendas de Engel & Völkers volvieron a abrir, tuvimos que introducir un protocolo completamente nuevo para nuestros equipos y clientes (los que estaban físicamente aquí) de salud e higiene y un sistema de citas concertadas. Preveo que esta «nueva normalidad» está aquí para quedarse en un futuro cercano y que será necesario reevaluar la oficina tradicional; estudiar la manera de utilizar el espacio asegurando que podemos proporcionar el más alto nivel de seguridad personal e higiene.
Los inmuebles de Mallorca siempre se han considerado una inversión a largo plazo que los compradores pueden disfrutar y, en los últimos tiempos, el atractivo estilo de vida de la isla ha calado en un nuevo grupo de compradores extranjeros más jóvenes que quieren establecerse aquí con sus familias para disfrutar del entorno y con la posibilidad de elegir entre una amplia oferta de escuelas internacionales. En las últimas semanas ya hemos observado un mayor interés de este tipo de compradores, debido a que los padres se han visto obligados a trabajar desde casa. Esta «nueva normalidad» en la manera de trabajar, ahora aceptada globalmente, refuerza el hecho de que se pueden hacer negocios desde cualquier lugar del mundo con una buena conexión a Internet.
Es demasiado pronto para predecir lo que sucederá con los precios a finales de año, pero, siendo realistas, no creo que haya ningún descenso importante. Actualmente los precios se mantienen y los vendedores de propiedades exclusivas simplemente no harán rebajas excesivas porque prefieren esperar un mejor momento para vender. Esto es exactamente lo que pasó en la crisis financiera de 2008 cuando las operaciones con extranjeros (que representan el 43% de todas las transacciones de venta) se convirtió en uno de los principales factores de la reactivación de la economía balear.
Desde 2012, los clientes internacionales han invertido casi 11.000 millones de euros en inmuebles en Mallorca, según datos del Ministerio de Fomento, lo que indica que Mallorca ha entrado en otra liga y está en el punto de mira de los inversores internacionales como el refugio inmobiliario más seguro del Mediterráneo.
