El Ayuntamiento de Madrid no podrá enajenar ningún suelo ni vivienda destinados a protección pública, tampoco hará desahucios hasta el 31 de diciembre de 2020 y se paralizarán hasta esa fecha los ya iniciados y adquirirá mediante cesión del uso de un importante paquete de viviendas de uso turístico para incorporarlas a programas de alquiler.
Éstas son algunas de las medidas en materia de vivienda de las casi 170 de la Mesa Social de los Pactos de la Villa, publicados en la web del Ayuntamiento de Madrid tras lograr un acuerdo entre los portavoces y antes de ser sellados oficialmente el próximo martes en un pleno extraordinario.
Todos los grupos se han comprometido a impulsar el desarrollo de un parque público de vivienda en alquiler similar al existente en ciudades europeas como Viena, Berlín, Ámsterdam, o París, es decir, tendente a alcanzar el 20% del parque inmobiliario.
15.000 nuevas viviendas protegidas
Para ampliar el parque público municipal en alquiler, se continuará la construcción de promociones en alquiler llevadas adelante por la EMVS en los suelos ya cedidos por el Ayuntamiento hasta conseguir la construcción de unas 15.000 nuevas viviendas protegidas públicas en alquiler social a lo largo de los próximos años.
Asimismo, la okupación también es uno de los temas que aborda los denominados ‘Pactos de la Villa’ mediante la optimización del parque de vivienda desocupada a través de nuevos programas de alquiler con una serie de medidas que incentiven a los propietarios de viviendas vacías a su utilización por la EMVS. Además, el Ayuntamiento liderado por José Luis Martínez Almeida continuará con el proceso de adquisición de viviendas en el mercado secundario privado, con el fin de reequilibrar la oferta del Ayuntamiento de Madrid al adquirir viviendas en cualquier zona de la ciudad.
Viviendas turísticas
Por otro lado, se plantea el problema de dar salida a las 15.000 viviendas de uso turístico (VUT) que se encuentran desocupadas «porque sus propietarios han visto como eran objeto de órdenes administrativas de cese de la actividad por vulnerar la normativa urbanística, o simplemente porque se encuentran fuera de la normativa, junto al panorama incierto tras la crisis de la Covid-19».
Para ello se fomentará la inclusión de las viviendas de uso turístico en el mercado de alquiler estudiando su situación y buscando mecanismos que «consoliden» su conversión de alquiler turístico a alquiler tradicional, además de adquirir mediante cesión del uso de un «importante» paquete de estas viviendas de uso turístico para incorporarlas a programas de alquiler.
Se ha acordado igualmente desarrollar fórmulas de colaboración público privada para construir vivienda de alquiler a precios asequibles en las parcelas municipales con la calificación de vivienda libre y el desarrollo de modelos de cohousing o coliving para mayores, jóvenes o de intercambio generacional, con planteamiento, ejecución y control público, y permitiendo la colaboración privada en la gestión.