El Ayuntamiento de Madrid ha acordado este jueves en Junta de Gobierno aprobar inicialmente la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM) para poder incluir las Torres de Colón, propiedad de la aseguradora Mutua Madrileña que lo quiere reformar, en el Catálogo General de Edificios Protegidos. Ello le permitirá señalar, además, el régimen de obras permitidas en el inmueble y dotar de seguridad jurídica a los futuros proyectos.
Obra del conocido arquitecto madrileño Antonio Lamela, las dos torres de estructura gemelas que conforman el rascacielos y situadas en la Plaza de Colón, son un paradigma de la conocida como arquitectura suspendida, cuya estructura excepcional interna queda protegida así con un nivel 3 de protección, grado parcial, tal y como indica la Comisión de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.
«El valor del edificio está en su estructura ‘colgada’, por lo que los elementos que se deben proteger son la cabeza, los tirantes y el fuste central de ambas torres», señalan desde el Ayuntamiento. La construcción se realizó de arriba hacia abajo, empezando por el tejado.
Pero por contra, se considera que el volumen, la forma o los materiales del inmueble no afectan a la estructura interna protegida. Eso significa que en la práctica, la reforma ideada por Mutua Madrileña podrá intervenir en el aspecto exterior, eliminando el famoso ‘enchufe’ de la azotea.
La reforma de las Torres Colón conlleva la eliminación de su emblemático ‘enchufe’ y en su lugar se erigirán cuatro nuevas plantas de oficinas, «manteniéndose sin alteraciones la altura (117 metros) y la edificabilidad de las torres». El proyecto respeta, aseguran desde Mutua, «íntegramente la estructura interna, reforzando y realzando sus características de edificio suspendido».
Tercera remodelación
El edificio, propiedad de Mutua Madrileña, está situado en la plaza de Colón, 2, en el distrito de Chamberí, y tiene una superficie aproximada de 1.560 m2. No ha sido catalogado ni como BIC (Bien de Interés Cultural) en la categoría de Monumento ni como BIP (Bien de Interés Patrimonial) por la Comunidad.
Con la obra, el rascacielos será así remodelado por tercera vez en 50 años. Se encargará del proyecto el estudio luis vidal + arquitectos; se da la circunstancia de que este arquitecto trabajó en el Estudio Lamela. Este nuevo diseño contaba con el visto bueno de la Comisión para la Protección del Patrimonio Histórico-Artístico y Natural (CPPHAN) del Ayuntamiento.
Se prevé que las obras, que han comenzado en el interior, concluyan en el año 2022, y se invertirán 65 millones de euros. La modificación puntual también cambia el plano de ordenación y ajusta la alineación oficial de la parcela a la edificación existente.
Oposición de los Lamela
La decisión de intervenir el inmueble de esta forma ha contado desde el primer momento con la oposición de Carlos Lamela, hijo del emblemático autor de las torres, y reconocido arquitecto también. Lamela es el director del estudio Lamela, que hasta ahora había hecho todas las actuaciones en el edificio.
El arquitecto, que incluso amenazó con ir a los tribunales en su día, asegura que su interés máximo es proteger la obra de su padre, las Torres de Colón, que son únicas en el mundo. «La reforma planteada desvirtúa su esencia porque entre otras cosas, une dos torres que nacieron para ser independientes, esbeltas y autónomas».