La Junta de Gobierno ha acordado aprobar inicialmente el plan especial para proteger y poner en valor el Palacio de Gaviria situado en el número 9 de la calle Arenal.
Este proyecto, del Área de Desarrollo Urbano que dirige Mariano Fuentes, tiene un doble objetivo: primero, regular el régimen de obras para mejorar las condiciones de habitabilidad y su uso y, en segundo lugar, valorar la incidencia que tiene en el edificio y en el entorno la implantación del uso terciario autorizable que, en este caso, es espacio de exposiciones y multiusos para ofrecer muestras de pintura, escultura, fotografía o cualquier exhibición artística o cultural, pudiendo estar dotado de medios audiovisuales.
Del edificio, que está incluido en el Catálogo de Edificios protegidos con nivel 1, grado singular, se conservan en buen estado el acceso y la escalera principal, la entrada y los salones de la primera planta o noble, así como los frescos de escalera y salones. La planta noble se destina a exposiciones en la actualidad. Las plantas segunda y tercera y parte de la baja han estado destinadas a locales comerciales, dentro de un centro comercial abierto en los años 70, tratándose hoy en día de un uso terciario sin instalaciones adecuadas.
El ámbito al que afecta esta actuación es casi la totalidad del edificio, pero no incluye los cinco locales comerciales que están en planta baja, con acceso directo desde la calle y con parte de su superficie en sótano y entreplanta.
El Plan
El plan recoge la realización de las obras puntuales propias de conservación, consolidación, acondicionamiento y reestructuración con la finalidad de restaurar el edificio y cumplir con la normativa de protección contra incendios y de accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas. Además, el objetivo es darle también una nueva vida para que los ciudadanos vuelvan a disfrutar de este enclave histórico y evitar que se siga deteriorando.
Historia del inmueble
El Palacio de Gaviria fue construido a partir de 1846 y es un referente de la arquitectura palaciega madrileña de la segunda mitad del siglo XIX. Fue inaugurado en 1851 con un baile que presidió la reina Isabel II.
A lo largo de los años, ha sufrido reformas y modificaciones. La de mayor relevancia fue su ampliación en los años 50 del siglo XX, en la que se aumentó una planta al edificio, dejando el volumen principal como ha llegado a la actualidad.
En 2012 se aprobó el Plan Especial de Control Urbanístico Ambiental de Usos (PECUAU) para la implantación de una sala de fiestas en planta primera y parte de la baja y en 2015 se autorizó la implantación de la actividad de venta al por menor y exposición de diseño y arte en planta primera.
