Bruselas ha explicado que la cartera del Sabadell está compuesta por tres propiedades inmobiliarias que generan ingresos por alquiler, incluidos un almacén y un parking de vehículos, mientras las otras cinco son suelos no urbanizados sin ningún rendimiento.
El Ejecutivo comunitario ha concluido que la transacción no plantea problemas de competencia en el bloque puesto que la posición de mercado combinada de las tres entidades es «moderada» y existen solapamientos «muy limitados» en sus actividades.
Los servicios europeos de Competencia han evaluado la operación siguiendo el procedimiento simplificado de control de concentraciones, que se utiliza en los casos menos problemáticos.