La industria hotelera acumula meses de datos negativos en plena segunda ola de la crisis sanitaria de la Covid-19. El dato sobre ocupación hotelera en el mes de septiembre sitúa una caída del 78,4% en respecto al mismo mes de 2019.
Este importante descenso en el sector turístico ha llevado a los hoteles a realizar una fuerte reconversión para no desaparecer. Las cadenas hoteleras han puesto sus instalaciones al servicio del teletrabajo y de largas estancias.
Este es el caso de la cadena B&B Hotels, con 35 activos en España. La firma hotelera ha lanzado una campaña para convertir sus habitaciones en residencias de medio y largo plazo. Desde la empresa, consideran que a partir de 500 euros cualquier persona podrá vivir en un hotel ubicado en el centro de una gran ciudad o frente a la playa. Lucía Méndez-Bonito, CEO de B&B Hotels en España y Portugal, señala que «será más barato que alquilar una casa y sin firmar ningún contrato de arrendamiento, fianzas o avales».
Tanto grandes cadenas hoteleras como pequeños establecimientos más locales han visto cómo la opción alquilar sus habitaciones, a precios moderados y a personas que deseen quedarse una larga temporada, es una forma de sobrevivir. Esto ayuda en muchos casos a cubrir los costes asignados y poder continuar abiertos. Por ello, han optado por ofrecer ofertas mensuales con precios que compiten directamente con la oferta de vivienda en alquiler.
Vivienda temporal u oficina
También, Gallery Hoteles ha optado por una fórmula similar. Su oferta busca captar a personas que viven fuera de su residencia habitual por trabajo y buscan los servicios de un hotel a un precio interesante. De esta forma, Gallery busca competir con los apartamentos turísticos o de corta estancia. Además, la cadena ha reconvertido diez de sus habitaciones en oficinas para este tipo de huéspedes.
Otro ejemplo, es el caso del hotel Palacio Tondón en La Rioja, donde ofrecen pasar en sus instalaciones un «confinamiento» de mínimo quince días. La cadena Campanile con sus siete hoteles en España; los hoteles Mihlton, SmartRoom, La Casa Gran B&B y Praktik Essens en Barcelona o el Hotel Real Castellón son más ejemplos de hospedajes que han optado por esta opción temporal.
Hay voces dentro del sector que apuntan a una combinación entre aquellos clientes de larga estancia, que ayudan a cubrir gastos y mantener el hotel, combinado con clientes de pocas noches o turísticos, que dan más margen de ganancia a las empresas. Los Gallery Hoteles son uno de los que considera esta forma híbrida son un potencial modelo de negocio a futuro.
Previsiones de recuperación
Las previsiones de recuperación del sector hotelero son inciertas y muy influenciadas por los confinamientos selectivos y el crecimiento en las cifras de contagios. Según la consultora Colliers, habrá que esperar tres o cuatro años para poder recuperar niveles de demanda similares a 2019.
La inversión en el sector continúa a ritmos también negativos. Según la consultoría inmobiliaria Laborde Marcet, la inversión hotelera alcanzó en 2019 transacciones por valor de 2.375 millones de euros; mientras este año no va a sobrepasar los 1.000 millones.
Brainsre.com Plataforma de Big Data inmobiliario
La iniciativa de los hoteleros coincide con el aumento de la oferta de pisos de alquiler en todo el sur de Europa, según datos recopilados por la plataforma de big data inmobiliario Brains RE.
Madrid, Barcelona, Milán, Roma, Oporto, Lisboa y Atenas registraron la salida al mercado de 185.289 nuevos inmuebles en alquiler ofertados a través de los principales portales inmobiliarios, según datos de Brains RE.
En el caso de España, durante las dos primeras semanas de confinamiento, se registró una fuerte caída en el número de activos publicados, ocasionado por el cierre repentino de las agencias inmobiliarias y la excepcionalidad de un panorama incierto. Una vez superado el ‘susto’ inicial, el mercado de alquiler permaneció congelado durante varias semanas hasta el inicio de la Fase 0 el 4 de mayo. Fue entonces, con la apertura de las agencias inmobiliarias, cuando los portales inmobiliarios comenzaron a registrar un importante incremento de producto de alquiler.
Así, a finales de junio, se alcanzó máximos en el producto de alquiler en el mercado, con 49.206 unidades en Barcelona, un 53% más respecto a principios de año; y 53.891 en Madrid en la segunda semana de junio, con un incremento del 68% respecto a comienzos de años.