
La abrupta caída del turismo en España ha llevado a la mayor parte de los dueños de establecimientos hoteleros a plantearse la idea de desprenderse de algún activo, o incluso de toda una cartera.
En las últimas semanas, hay varios ejemplos de quien ha salido al mercado en venta. Por ejemplo, la familia Ardid ha decidido poner a la venta el antiguo Gran Hotel Velázquez, cuatro años después de comprarlo y tras haberlo transformado en un Bless Collection; NH analiza con inversores la venta de unos cinco hoteles ubicados en diferentes países europeos. Y el fondo Farallon prevé vender el Mandarin Oriental del paseo de Gracia y considerado uno de los más lujosos de la ciudad, por 200 millones de euros.
Sin embargo, los descuentos exigidos y el endurecimiento de la financiación han frenado hasta el momento el esperado incremento de la inversión hotelera.
De hecho, los expertos creen que el verdadero boom de compras llegará en 2021. El volumen de inversión a 30 de septiembre en el sector hotelero superaba los 300 millones de euros, en concreto sumaba un total de 341 millones de euros, según las estimaciones de la consultora Colliers, aunque, como recuerda su responsable Miguel Vázquez, «el 70% se contabilizó en los 3 primeros meses del año, previos al confinamiento».
Mientras, hoteleros de toda la vida como los del Hotel Palace acaban de conseguir un préstamo de 120 millones, de la mano de BBVA y Crédit Suisse, para soportar la crisis; pero no es lo habitual. Starwood y Meliá han logrado una moratoria hipotecaria a través del Gobierno para los activos incluidos en la joint venture Starmel Hotels.
Ventas en costa
Y es que, como en todas las crisis, están surgiendo oportunidades de inversión para fondos y empresas que disponen de liquidez.
La oferta se nota sobre todo en costa, dependiente de dos mercados, el turístico y del mayores, que también ha visto anulados los conciertos administrativos para abaratar estos viajes. «Ha sido un verano muy duro para el sector turístico, y las necesidades financieras de la oferta se están empezando a notar pese a las ayudas del Gobierno. Operaciones que hace un año hubieran sido imposibles, hoy se pueden llegar a cerrar por el impacto de la Covid 19 en la tesorería de propietarios particulares o incluso de grandes cadenas hoteleras», explica el socio fundador de Laborde Marcet, Miquel Laborde.
En el caso de Canarias, en uno de los principales portales inmobiliarios, actualmente hay a la venta unos 60 establecimientos. Los precios de estos inmuebles van desde el millón de euros por un establecimiento pequeño, de categoría inferior, a lo más frecuente, y los diez millones de euros, por hoteles de más de 50 habitaciones, con piscina, en primera línea.
En cuanto a Baleares, tan solo en la isla de Ibiza, uno de los destinos vacacionales de referencia en nuestro país, especialmente entre los turistas internacionales, hay actualmente a la venta al menos 30 establecimientos, desde los 52,5 millones a los 1,3 millones del hostal Cisne, en San Antoni.
Coworking y siestas
Lo que no se puede negar es la voluntad del sector por adaptarse a las circunstancias. El uso de hoteles como espacios de oficina o coworking podría incrementar hasta en un 20% los ingresos de los operadores hoteleros especializados en ese nicho de producto, según las estimaciones de la consultora Colliers.
La última cadena en sumarse ha sido Riu Hoteles. En concreto, en el hotel Riu Plaza España, ubicado en el Edificio España de la Gran Vía de Madrid, donde ha puesto en marcha este servicio dirigido al turismo de negocios, que ya está presente en otros hoteles de Riu Plaza en el mundo bajo el nombre “Crown Level”. La francesa Accor y la estadounidense Marriott también están realizando sus primeros ensayos en España.
En nuestro país, la primera en adoptarlo fue B&B Hoteles, que decidió hacerlo en parte de sus habitaciones de hotel. Según Lucía Méndez-Bonito, CEO del grupo en España y Portugal: “tras la crisis sanitaria que ha obligado a las compañías a reinventarse, hemos detectado la necesidad creciente de encontrar un lugar de trabajo tranquilo, cómodo y con una red wifi que permita mantener videoconferencias a un precio asequible. Dentro de nuestra iniciativa “Work room for everyone”, hemos convertido una parte significativa de habitaciones de todos nuestros hoteles en oficinas».
Otras empresas como Zoku, que ha sido pionera en el concepto de “Hotel Híbrido”, Accor, Ace Hotels, CitizenM y Kerten Hospitality centran la estrategia de algunas de sus marcas en la combinación de espacios flexibles de trabajo y pernoctaciones, fórmula con la que han cosechado gran éxito en los últimos años.
“Desde el punto de vista del operador el potencial de incrementar sus ingresos puede ser significativo. Además de optar a un nuevo nicho de demanda no explorado hasta la fecha, complementando la actividad tradicional del hotel, la cadena puede generar un gran potencial para fidelizar nuevos clientes», explica Miguel Vázquez.
Y hay quien le ha dado una vuelta de tuerca a la siesta. Se llama ‘gastrosiesta‘, una idea surgida en un hotel de Tarragona para hacer frente a la crisis y la temporada baja, con comida y sueño, que aplica también el Hotel Golf de Puerto del Conde (Solsonès). Y rizando el rizo, el Hotel Urban de Barcelona cede espacios para películas.