Las consecuencias del coronavirus empiezan a verse en la economía española y, sobre todo, en el sector hotelero, uno de los más golpeados por la pandemia, ya que ha tenido que cesar por completo su actividad. Esto, unido a una caída del turismo a nivel mundial, y la incertidumbre sobre cuándo se podrá recuperar la normalidad (cada vez más agentes del sector dan por perdidos este año y el próximo), ha llevado a un creciente número de hoteleros a empezar a mover en el mercado la venta de sus establecimientos para conseguir liquidez.
Así, en las últimas dos semanas han empezado, tímidamente, a ofrecerse nuevas oportunidades o a activarse algunas previas, señala El Confidencial. Aunque hay ofertas de todo tipo -procesos de venta libre de operador o incluyendo gestión-, se espera que las operaciones de ‘sale & leaseback’ sean una de las grandes protagonistas, ya que se trata de una figura especialmente diseñada para vendedores necesitados de hacer caja.
Primeras operaciones
Y eso es lo que persiguen actualmente los vendedores: conseguir liquidez para afrontar el frenazo en seco de ingresos que ha desatado el coronavirus. Entre las operaciones, está la venta de un porfolio de tres establecimientos de la familia Cadarso en Barcelona: el Condes y Monument, ubicados en el cotizado paseo de Gracia, y el Fonda España, junto al Liceo, según el citado medio.
En la operación, se incluyen los tres locales comerciales que tienen alquilados, en Gracia, a firmas de lujo, segmento que hasta ahora era garantía de seguridad pero que, en el entorno actual de impagos generalizados de alquileres y serias dudas sobre cuándo volverá el cliente internacional, empieza a verse con otros ojos.
Portobello Capital también lanzó al mercado a finales del año pasado la cadena hotelera Blue Sea Hotels & Resort, por unos 230 millones, según se publicó entonces, proceso que también se sumaría a esta renovada hornada de procesos, según las fuentes consultadas.
A pesar del contexto actual, continúa habiendo una gran liquidez en el mercado entre los grandes fondos internacionales. Al otro lado, hay empresarios familiares, especialmente dueños de establecimientos de tres y cuatro estrellas ubicados en segunda línea de las principales destinos internacionales de costa, como las islas y la Costa del Sol, ávidos de liquidez tras ver perdidos sus ingresos durante meses claves para el negocio.
Así, se prevé una primera fase donde se multipliquen las oportunidades de compra, sobre todo si, como cada vez temen más operadores, la normalidad no llega a este negocio hasta 2022. En ese caso, advierten, se verán muchas operaciones oportunistas… y en los enclaves más demandados.