La Generalitat catalana ha decidido frenar la desescalada y continuar al menos 15 días más el primer tramo del plan iniciado el pasado 23 de noviembre.
En principio, la región iba a pasar a la segunda fase el lunes 7 de diciembre; sin embargo, el Gobierno regional ha decidido no avanzar a la siguiente fase ante el aumento del número de contagios en Cataluña.
En este sentido, la Generalitat ha adelantado que la situación se analizará día a día. Esta decisión supone que los centros comerciales de la comunidad no podrán abrir sus puertas hasta la segunda fase, que comenzará el 21 de diciembre, a no ser que el Gobierno catalán decida no avanzar de tramo nuevamente en la siguiente revisión.
Además de la reapertura de los centros comerciales -hasta ahora solo pueden abrir los comercios esenciales y las tiendas con entrada independiente- el segundo tramo contempla la relajación de algunas limitaciones al comercio a pie de calle, pasando de un aforo del 30% al 50% de la capacidad total.
Ahora, el sector ve peligrar la campaña de Navidad con la que se pretendía cierta reactivación tras un año complicado. Según AECC, en Cataluña hay 3.700 locales en centros comerciales, de los que más de 3.000 han cerrado sus puertas debido a las restricciones, y de estos el 85% son pequeños comercios, de menos de 300 metros cuadrados. Estas tiendas emplean a más de 70.000 trabajadores.
Desde el inicio de la pandemia, los propietarios de centros y parques comerciales han invertido más de 30 millones de euros en medidas higiénico-sanitarias y de seguridad para la reapertura en mayo y junio, que se suman a los 600 millones de euros que han invertido en EPIs las marcas que están presentes en centros comerciales, según la patronal.